Family

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Jeno presionó el timbre rojo de la casa de Mark.

-No se oye nada dentro.-Dijo Haechan, viendo la bonita entrada de la casa en un lindo barrio. Tenían un jardín enorme a comparación del suyo.

-Está ahí. La ventana del cuarto de Mark está abierta, ¿Ves?-Se echó atrás para alzar su dedo señalando lo que decía.

El gemelo miró por encima de su cabeza, la cortina que sobresalía de los vidrios. Había visitado la casa solo en celebraciones importantes, dónde toda la familia estaba presente. No era muy atento a esos detalles, así que era una nueva experiencia para él.

El padre de Mark era un buen comerciante, pero su fuerte no era estar mucho en casa. Además, su esposa había muerto cinco años atrás, de cáncer de mama... Esos fueron los supuestos hechos que escuchó a hurtadillas cuando sus padres se enteraron. Mark tenía 11 años en ese entonces, y Haechan 10; cómo olvidar ese turbulento marzo lleno de lágrimas... No dejó de llover en todo un mes, e incluso el día del entierro, todos traían sombrillas negras, como un desfile fúnebre. Ese recuerdo le ponía los pelos de punta.

La puerta se abrió, mostrando al canadiense con un pañuelo en la mano y envuelto en una gran cobija celeste. Su nariz estaba roja como la de un reno además de despeinado y temblando.

Lo visitaron esa tarde, porque precisamente... Estaba enfermo. Su apariencia era fatal.

-H-Hola, chi-

Cada frase venía acompañada de más estornudos.

-cos!-Suspiró, abrazándose a si mismo.

Entraron, cerrando y colocando sus cosas a un lado. La decoración era técnicamente blanco, negro y rojo en puros muebles de estilo moderno, y una gran pantalla grande en la sala. La tecnología estaba presente en todo, si veías más de cerca.

El piso era de madera oscura, perfectamente pulida.

Se sentaron los tres en el sofá más grande, para entender la situación.

-No voy a preguntar por el señor Lee, porque es obvio que no está.-Jeno suspiró de una manera tal, que Haechan supo que no era la primera vez para ellos dos.-¿Desde cuándo estás así?

Mark luchaba por mantener su nariz seca, pero el pañuelo no daba para más. También parecía estar batallando para abrir sus ojos, que se veían bastante rojos, como si los tuviera irritados pero seguro era la falta de descanso. Era supervivencia, se mantenía vivo o haría el nulo intento de descansar hirviendo en fiebre... Ninguna opción le ofrecía sentirse saludable.

Haechan pensó que casi lo dejan estar así.

-Mmm... A-Ayer, temprano. Pero, solo era un dolor de cabeza, l-lo juro. Para mañana y-ya habré botado esto.-Sus espasmos continuaban. Sintió la mano de Jeno tocando su frente y quiso quitarla pero la sostuvo en el aire, negándose a su decisión.-Vamos... J-Jeno.

El pelinegro no le hizo caso, bajando sus manos pero sin soltar la suya.

-¿Qué te ha dado?

Haechan se sentía como un adorno más de la casa. Era un espectador.

-D-Dolor de cabeza... Cansancio, d-debilidad, náuseas, fiebre, d-dolor...

-¿Dónde es el dolor?-Jeno se veía tan concentrado en atenderlo. Tenía una gran confianza para enfrentar un problema donde solo eran tres adolescentes.

Mark estaba por indicarle, hasta que una fuerte punzada en el estómago lo hizo retorcerse con un gemido de dolor. Acto seguido, el chico empezó a tener arcadas y Jeno tomó la delantera.

Love²/ NaHyuck- RenHyuckDonde viven las historias. Descúbrelo ahora