How to teach an alpha

7- Moda

La verdad estoy triste y feliz por todo lo que está pasando, pero no quiero hablar de eso. Quiero fingir que nada ha cambiando por un tiempo.

Disfruten~😘

-¿Cómo encontró el parque esta mañana?

-Encantador. Gracias, NamJoon.

Jimin trató de ocultar la disimulada ojeada que echó al vestíbulo a espaldas del mayordomo, y la consiguiente decepción cuando éste le entregó su chal.

El conde no había vuelto a casa a la hora en que se acostó la noche pasada, y había abrigado la esperanza de verlo esa mañana.

No lo echaba de menos, por supuesto ni su arrogancia, ni su conversación inapropiada, ni a sus perspicaces ojos grises, pero necesitaba esclarecer algunas cuestiones acerca de la educación de Jennie. Aquélla era la única razón por la que deseaba verlo. Últimamente parecía quedar en una constante conversación interrumpida con el conde, lo que funcionaba como pretexto para volver a

Jimin se volvió a su acompañante.

-Marie, gracias por atreverse a salir conmigo esta mañana.

La doncella omega hizo una reverencia.

-Fue un honor. Su señoría dijo que ChaYeon o yo debíamos acompañarle siempre que desee ir a pasear.

-Eso fue muy considerado por su parte, pero estoy convencido de que tendrá tareas más urgentes en otro lugar.

-No si usted desea ir a pasear, señorito.

Bien, era algo exagerado que una criada subrepusiera las necesidades de un simple maestro ante los quehaceres de la casa, pero Jimin prefirió dejar el tema y despedir a la joven para que siguiese con sus labores.

Según la narración de Jennie, Yoongi no había sido tan complaciente con las anteriores institutrices de la casa. Así que consideraría aquello como una especie de preferencia no justificada y omitiría toda queja.

Jimin le dio una mirada NamJoon.

-¿Ya se ha levantado el conde?

-Sí, señor Park. Salió a caballo justo después de que usted se marchara. No se le espera hasta la tarde.

«Maldita sea»

-Comprendo. Muchas gracias.

-Le dejó una nota -el mayordomo presentó una bandeja de plata de la mesa del vestíbulo; la misiva reposaba cuidadosamente en ella.

Evitó con gran esfuerzo arrancarla nota de la bandeja.

-Gracias, NamJoon.

Abrió la nota mientras Holly subía las escaleras junto a él; Jimin reparó en que la letra de Lett reflejaba la opinión que de él tenía a la perfección: oscura, elegante y casi inteligible.

Podía escuchar su profunda y cínica voz al tiempo que leía las palabras.

Tengo línea de crédito abierta con madame Charbonne. Ella os espera. Le aseguro que es consciente de que el primer conjunto de vestidos tiene que estar listo para el jueves. Confío en que usted también sea vestido adecuadamente.

Lord Lett

-Mmm -murmuró Jimin -Derrocha cordialidad, ¿no crees, Holly?

El perro resopló. Jimin lo interpretó como que estaba de acuerdo y, con una risita, se apresuró a ponerse un atuendo adecuado para ir de compras.

Las señoras de la casa aguardaban en el vestíbulo cuando bajó.