Seguro de si mismo, el conde se apoya en su escritorio, cruzado de brazos, observándolo expectante. Tiene la postura desbordante de autosuficiencia y altanería, disfrazada de seguridad.
Es un jodido petulante, dios. Pero es muy guapo.
Jimin desprecia el halago, porque lo considera falso o vacío la mayoría de las veces. No mas que simple necesidad social.
Y los alfas son lo peor.
De mas está decir que no le agradaban las insinuaciones sexuales de ninguna clase porque no se tenía un trabajo como el suyo si no se podía controlar la conducta.
Pero por mas que odie el hecho de que un alfa con tamaña fama de libertino le diga algo así, al mirar la luz de los ojos grises cielo de Min Yoongi y escucharle declarar que deseaba besar su piel desnuda, se había sentido halagado.
Y horrorizado...puesto que "halagado" a duras penas llegaba a describir la estremecedora excitación que las palabras habían provocado en él.
Algo como satisfacción cosquilleando bajo la piel.
-Milord -llamó suavemente -Siendo justos, hay algo que debe de conocer antes.
-Sé todo lo que necesito.
-Insisto.
Yoongi soltó un suspiro.
-Adelante entonces. ¿Cuál es el problema, Señor Park?
-Mi última patrona fue lady Wintter.
Ya está, lo había dicho.
No había vuelta atrás ahora.
-Usted es el joven que se abrió de piernas para lord Winttet y le provocó una apoplejía.
Jimin se sintió palidecer. En los últimos seis meses no había escuchado la acusación tan directa.
-Se equivoca, milord. No hice nada por el estilo -le corrigió en voz muy baja. -Lord Wintter tuvo el ataque sin ningún estimulo de mi parte.
-¿Por qué dejó la familia, entonces?
-Lady Wintter me despidió.
Yoongi lo miró, examinando su rostro por tanto tiempo que resultaría gracioso de no ser por la seriedad del asunto.
-Aquello fue hace seis meses, ¿qué ha hecho desde entonces?
-Buscar empleo, milord.
El conde se irguió, agarrando los papeles del escritorio y entregándoselos al mas joven.
-Gracias por su honestidad -dijo.
Jimin parpadeó para contener el repentino deseo de llorar. Si alguien con una reputación tan manchada como la del conde Lett no lo contrataba, nadie lo haría. Jamás.
-Gracias por su tiempo, milord.
Guardó los papeles en el portafolio, con manos torpes y algo temblorosas.
Sus amigos se lo habían dicho varias veces, acerca de su estúpida obsesión con contar su desastre con los Wintter. Pero era mejor no ser contratado nunca, a ser despedido luego de comenzar.
Su corazón no aguantaría eso.
-¿Cuando puede empezar?
-Yo...¿empezar?
Los dedos largos y elegantes del conde tomaron su barbilla y la levantaron.
-Le dije que sé lo que necesito saber.
Por un breve instante, Jimin creyó que lo besaría. La cercanía de ambos y la mirada del conde no dejaban duda. Las feromonas espesas en el aire dejando clara sus intenciones.
ESTÁS LEYENDO
How to teach an alpha
RandomA fines del siglo XlX, Min Yoongi es el conde de Lett y, por desgracia, debe hacerse cargo de todos los asuntos del condado: incluyendo la custodia de su molesta prima. Alfa y el soltero más codiciado, se ha propuesto casar a su prima para librarse...