Este capítulo fue una tortura. No tienen idea de lo difícil que es escribir a gente de esta época desnudandose 😅 usaban demasiadas capas de ropa, tengan eso en mente OK?
Si lo pensaba racionalmente, ser objeto de más chismes podría impedir que encontrase otro empleo respetable pero eso no disuadía a los alfas presentes en el baile de los Bentley de pedirle un baile.
Jimin había decidido sentarse tranquilamente a pensar en un rincón con la señora MiNa; tenía muchas cosas que considerar.
Inmediatamente comprendió que reflexionar en silencio sería una tarea imposible.
La vieja omega, por lo visto, había reunido chismes de todo invitado presente e insistía en compartirlos. Además algún que otro alfa se aproximó a reclamar su mano para cada uno de los bailes restantes de la noche.
Él no era tan ingenuo de fingir que el interés de ellos le halagaba pero, puesto que lo consideraban propiedad de Min Yoongi
(por más estúpido que fuera pensar aquello) al menos sus insinuaciones eran bastante medidas.Y sus continuas atenciones sirvieron tanto para mantener a su primo a distancia, como para evitar que la incesante cháchara de la omega pelinaraja que tenía como jefa le dejara sordo.
—¡Estoy exhausta! —dijo Jennie mientras se desplomaba contra los suaves cojines del carruaje al final de la velada. Tenía las mejillas rojas y los ojos brillantes de emoción aún—. Me alegra mucho que nos hayamos quedado.
MiNa le dio una palmadita a Jennie en la rodilla.
—¡Les has gustado mucho, niña! ¿Has visto, Yoongi, cuántos jóvenes alfas querían conversar con nuestra Jennie? ¡Fue un éxito!
El conde se había acomodado en un rincón del coche con los ojos cerrados en la penumbra.
—El señorito Park ha superado todas mis expectativas.
—Eso es porque Jennie es una pupila maravillosa —sostuvo la tía.
Jimin flexionó los doloridos dedos de los pies dentro de las zapatillas.
—Más que maravillosa.
—¿Sabes qué he estado pensando? —la señora Do se inclinó hacia delante, sus ojos verdes chispeando.
—No logro imaginarlo—dijo secamente Yoongi.
—Quedan apenas diez días para el cumpleaños de Jennie. Deberías darle una gran fiesta, Min Yoongi Invita sólo a lo mejorcito de Londres. Yo ayudaré a organizar la decoración y los entretenimientos. ¡Será tan alegre!
El conde abrió finalmente los ojos.
—¡Qué horror!—exclamó, y volvió a su supuesta cabezadita.
Jennie se sorbió los mocos al instante.
—Milord —dijo apresuradamente Jimin, tratando de detener el diluvio antes de que pudiera dar comienzo—, la decisión de si da o no una fiesta nunca debería tomarla a las dos de la madrugada... y, mucho menos, después de una velada tan agotadora.
—Muy bien —masculló—. Me negaré por la mañana.
Los ojos de Jennie comenzaron a llenarse de lágrimas, pero Jimin le indicó con señas que se calmara y que se ocuparía del asunto. Se mantuvieron en silencio el resto del camino y pensó que Yoongi se había quedado dormido... aunque la explicación más probable era que sencillamente no deseara hablar más con sus parientes.
Jimin tampoco quería.
Estaba demasiado preocupado de si el conde retomaría sus preguntas acerca de su primo una vez que regresaran, y qué le diría si lo hacía.
ESTÁS LEYENDO
How to teach an alpha
RandomA fines del siglo XlX, Min Yoongi es el conde de Lett y, por desgracia, debe hacerse cargo de todos los asuntos del condado: incluyendo la custodia de su molesta prima. Alfa y el soltero más codiciado, se ha propuesto casar a su prima para librarse...