How to teach an alpha

13 - Medias

Park ChanYeol bostezó sobre una taza de té fuerte y trató de mantener la vista enfocada. Detestaba levantarse temprano en Londres. Ninguno de sus amigotes se levantaría hasta dentro de otras cinco horas, y aún se sentía algo confuso por los intentos de ahogar su encuentro con el odioso conde de Lett.

—Si estabas tan ansioso por mi compañía que tenías que irrumpir durante mi desayuno, podrías al menos decir algo. Pareces un maldito borracho.

—Me dijiste que no te hablara. —ChanYeol miró la dominante figura sentada a varios metros de distancia a la cabecera de la enorme mesa de roble—. Lo haces muy complicado, padre mio.

El duque de Moon se terminó una galleta cubierta de miel.

—Te dije que no me pidieras dinero —le corrigió, apuntando un cuchillo de mesa en dirección al alfa más joven—. Si no tienes nada más de qué hablar, entonces guarda silencio.

Unos ojos negros como el carbón observaron a ChanYeol por un momento, haciéndole sentir como si tuviera cinco años y hubiera vuelto a mojar la cama. Finalmente, la fría mirada tornó de nuevo al periódico de la mañana. El duque, indudablemente, debía de llevar despierto desde antes del amanecer, recibiendo la visita de sus numerosos abogados, agentes y contables en Londres, e instalándose en Retting House para la temporada.

—No estoy aquí por dinero, padre. ¿Es que siempre tienes que decir cosas tan mezquinas sobre mí?

—Continúas presentándote ante mí sin nada más agradable que discutir.

—Pues bien, deberías agradecer...

El mayordomo apareció en la entrada.

—Su gracia, lord Liverpool y lord Haster están aquí para su cita de la mañana.

—Espléndido. Dos minutos, Jenkins.

—Sí, su gracia —dijo el mayordomo, asintiendo con la cabeza.

—Pero, padre...

—ChanYeol, desembucha o espera hasta mañana por la mañana. Estaré libre de diez a once.

—Anoche vi al primo Jimin.

El duque se quedó inmóvil con la taza de té a medio camino hacia su boca delgada y severa.

—¿Ésas son las noticias que te han sacado de la cama antes del mediodía? Naturalmente que está en Londres. Los Kim llegaron hace cuatro días.

ChanYeol sacudió la cabeza, una oleada de puro regocijo le calentó las venas. Sorprender al duque era algo tan insólito como para justificar que se señalase la ocasión como día festivo. Sobre todo cuando la sorpresa significaba que otro sería el foco de la ira de Moon.

—No estaba con los Kim

—Entonces ha encontrado empleo. Bien. Eso debería evitar que se metiera en problemas. Discúlpame. Es una descortesía hacer esperar a Haster y al primer ministro.

Si algo sabía ChanYeol era no dejar que semejante momento se le escapara de entre los dedos, aun cuando tuviera que acelerarlo.

—Está viviendo con el Conde de Lett, Min Yoongi—le dijo a su padre que ya le daba la espalda.

El duque se dio la vuelta atropelladamente.

—¿Qué vive dónde?

—En Min House. Lo vi sentado en un palco en Vauxhall al lado de ese alfa.
Él casi me arrancó la cabeza cuando me acerqué a interesarme por mi primo.

—He oído que Min tiene a su prima en la ciudad. Ella es casi mayor de edad.

—Sí, también la vi. Es una omega bonita. Casi tanto como primo Jimin.