Thomas, el chico intocable de la preparatoria. Pero su puesto no será exclusivo.
Una chica llega y toma ese puesto junto a él.
Sus dormitorios son vecinos, pero ellos no tanto al principio.
Con el tiempo descubrirán, que no son más que un reflejo d...
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Beth Sallow:
—Primer día de clases, ¿Nerviosa? —Me preguntó Hannah.
—No. Puedo ver tu si. —Mencioné al verla mover sus manos ansiosamente.
—Si. No puedo evitarlo. Aún así creo que nos irá bien.
Me fijé en la hora, faltaba media hora.
—Iré por un café, aún me da tiempo.
—Iré contigo. No me dejes sola.
Dejamos la habitación para ir a la cafetería del edificio, no era la mejor pero tampoco la peor. Además era eso o nada.
Llegamos a clase y tomamos asiento. En lugar de pupitres eran mesas y tres sillas. Hannah le guardó un asiento a Dan. Me senté en la esquina de la izquierda y me quedé en silencio las tres clases hasta que llego el momento del descanso.
No quería sentarme en la cafetería, había mucho ruido y tenía que escuchar los comentarios estúpidos de los demás. Vi por la ventana las gradas frente a la cancha pero me negué.
—Y tú debes ser Beth. —Un chico se sentó frente a mí. —Se está hablando mucho de ti. —Alzé la ceja divertida. —Me preguntaba si, ¿quisieras salir conmigo?
Reí levemente. —Gracias. Pero no gracias. Prefiero quedarme sola en casa.
—Eso fue completamente innecesario. —Se fue molesto.
—¿casa? —Preguntaron Hannah y Dan al unísono.
—Él no sabe que me quedo aquí.
—¿Por qué no sales con nadie? Es decir, desde que llegaste no te paran de llover chicos invitandote a salir.
—No quiero, además todos los que lo hacen son unos idiotas. —Me gustaba que me invitarán a salir, pero más me gustaba rechazarlos.
—Hey, hay un chico exactamente igual a ti. Tampoco sale con nadie pero todas mueren por el. —Mencionó Dan.
—¿También estuvo contigo desde el año pasado? —Indagó Hannah.
