Thomas, el chico intocable de la preparatoria. Pero su puesto no será exclusivo.
Una chica llega y toma ese puesto junto a él.
Sus dormitorios son vecinos, pero ellos no tanto al principio.
Con el tiempo descubrirán, que no son más que un reflejo d...
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Thomas Sangster:
Estaba de visita con mi madre. Pensé que estaría sola pero está el imbécil de su novio.
—Thomas, que bueno que hayas venido. —Me abrazó y correspondi. —Te he hechado de menos.
—Bueno, sabes que no me habría ido si no fuera por él. —Susurre y ella asintió con la cabeza.
—¿Tienes hambre?
—Un poco. —Bien, déjame prepararte algo.
Me senté en el sofá a esperar mientras veía la televisión cuando el novio de mi mamá se sentó en el sillón de la izquierda.
—Al fin decides regresar.
—Sólo vine a visitar a mamá.
—Claro. Aunque no te necesita realmente, ¿Sabes? Las cosas han estado mejor sin ti.
—Mejor cállate imbécil.
—No me hables así niño. —Dijo entre dientes y se levantó del sillón molesto, mirándome.
—No soy un niño y no tengo por qué hablarte con respeto porque para mí no eres nadie.
—¿Ni siquiera por tu mami? Será mejor me empieces a hablar bien o tu mamá va a llevar la carga.
—¿A qué te refieres? —Me levanté molesto también. —¡¿La has estado golpeando?! —Grité furioso y el me dio un puñetazo en el rostro haciéndome caer al suelo. Sentí mi mejilla completamente adormecida y entumecida.
—¡Sabes que no la golpeo! Pero a ti no tengo por qué tratarte con respeto porque para mí no eres nada, ¿cierto? —Me regresó mis palabras. Se acercó a mí y pateó mis cosillas un par de veces. Me retorci en el suelo y mi mamá vino a ver lo que sucedía.
—Quiero que te largues de mi casa. —Le dijo molesta mientras me ayudaba a levantarme.
—Cuando regrese no lo quiero aquí. —Tomó su abrigo y se fue.
Mi madre me puso algo de hielo en el rostro. Aunque tenía una cortada que había sangrado bastante. Resulta que me cortó con uno de sus anillos. Comí junto a ella.
