Thomas, el chico intocable de la preparatoria. Pero su puesto no será exclusivo.
Una chica llega y toma ese puesto junto a él.
Sus dormitorios son vecinos, pero ellos no tanto al principio.
Con el tiempo descubrirán, que no son más que un reflejo d...
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Beth Sallow:
-Toma, estas son las llaves de tu dormitorio. No tendrás problema en encontrarlo, si necesitas algo más avisame. -Sin más la secretaria giró en su silla para atender el teléfono.
Miré las llaves, las cuales tenían el número de la habitación en un plástico colgando de estas.
Tomé mi maleta, acomodé mis cascos y me dirigí al ascensor. El número era 505 así que asumí que estaba en el quinto piso. El ascensor se abrió y me asome antes de bajar. Si, mi habitación estaría aquí.
501, 503, 505
Coloqué la llave y entre. Esperaba que mi compañera de habitación estuviese aquí, sin embargo no estaba. Sabía que me tocaría una chica porque no creo que sean tan idiotas como para poner a un chico y a una chica en la misma habitación.
Puse la maleta sobre el colchón, este no tenía sábanas ni almohadas así que tendría que ir a comprar unas.
Desempaque absolutamente todo, prefería acomodarlo de una vez a pesar de que me daba tanta pereza.
Terminando de ordenar mi último cajón entró una chica, cabello rubio y de ojos café claro. Era linda.
-¿Desempacaste tan pronto? -Hizo una mueca de pereza y cerró la puerta. -Se me hizo tarde y ahora tendré que desempacar mañana.
-Solo di que no quieres desempacar hoy. -Le sonreí burlona pues aún era temprano.
-Si, tienes razón. No quiero. Queda una semana para que empiecen las clases, no hay prisa.
-¿Por qué te quedarás en los dormitorios en lugar de tu casa? -Esta preparatoria tenía dormitorios para los alumnos de intercambio, del extranjero o que simplemente necesitarán un lugar. Pero era accesible.
-Soy de Nueva York, solo vine a Londres porque quiero entrar a Imperial College London. ¿Y tú?
-También me gustaría entrar. -Mentí. Me sonrió esperando mi respuesta. -Soy de Bristol, pero Londres me gusta más.
-¿En serio? Genial.
Era mentira, era de Londres.
-¿Eres nueva? Digo, porque es el segundo año y eso.
-Lo soy, y tu también. Pero estaremos bien. -Me sonrió al escuchar mi respuesta.
-Me encanta tu estilo por cierto. -Sonreí como agradecimiento y le di un cumplido para igualar. -¿Quieres bajar a conocer el campus? -Asentí, me levanté y salí de la habitación con ella detrás de mi.
