Thomas, el chico intocable de la preparatoria. Pero su puesto no será exclusivo.
Una chica llega y toma ese puesto junto a él.
Sus dormitorios son vecinos, pero ellos no tanto al principio.
Con el tiempo descubrirán, que no son más que un reflejo d...
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
Beth Sallow:
Desperté gracias al profesor que llamaba mi atención.
—¿No obtuvo suficiente sueño anoche? —No respondí pues aún estaba intentando recuperar mi conciencia completa. —Puede descansar fuera del salón con un reporte.
Me levanté con el profesor. Inventé algunas cosas, se compadecio y dejó pasar el asunto con una advertencia.
No podía tener un reporte.
Estos días no había estado durmiendo nada bien.
Llegué a la cafetería justo al mismo tiempo que llegó Thomas Sangster. Me miraron a mí y mi sonrisa se ensancho tanto, fue una especie de victoria.
Solo escuchate, que ridícula te has vuelto.
Habló mi subconsciente, tenía razón. Era tan patético preocuparse por cosas como esta. Pero no es como si me remordiera, solo acepto que se siente bien. Pero decidí no tomarle importancia y me senté.
—Wow, se han olvidado de él tan rápido.
—Tal vez era hora de que alguien más se llevara ese título. —Dijo Dan.
—Aunque parece no importarle. —Lo miré de reojo y se veia completamente tranquilo.
—Mejor.
Las clases continuaron con normalidad y con ello me refiero a mi absorta en mis pensamientos y Hannah y Dan hablando todo el tiempo.
Todo estaba bien hasta la última clase. Al parecer Sangster solo entraba a esa.
Él debería ser invisible para mí como yo lo soy para él.
Estaba celosa y ya lo había admitido, pero esto es una estupidez. Nadie podía estar más en mi cabeza sin que yo reinara la suya.
—Thomas Brodie y Beth Sallow. —Escuché nuestros nombres juntos salir de la boca del profesor y funci el ceño.
