Capítulo 43. Part 2.

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—¿Es cierto lo que está diciendo Lisa? ¿Mi madre esta viva?

—Jennie, por Dios, no creas esas sartas de estupices, sabes que serías la primera en saberlo, Hija —mi padre volvió a abrazarme y esta vez sí lo dejé—. Lamento que te hayas enamorado de una persona como ella.

Me fui alejando de a poco, —Papá, ella se veía muy convencida.

—Sí, porque es una buena mentirosa, todo este tiempo te manipuló. Yo no, yo te amo, eres mi hija, jamás te mentiría.

—Pero Lisa...

—Lisa... esa chica es una mujer fría, te utilizó, no te quiso de verdad, hizo todo eso porque creyó que le revelarías cosas —me miró con compresión.

¿En serio Lisa planeó todo eso por gusto? no, no parecía, se veía sincera, en todas sus palabras, en todos sus regalos. Como me preparó ese pastel, como me sonreía, como me dio la confianza para hacerme el tatuaje; en todo momentome brindó su confianza, en todo momento me miró con amor, como nadie nunca lo hacía hecho.

—No lo pienses más, me ocuparé de ella, te lo prometo, ven —besó mi frente—. Quédate aquí o ve con Jisoo, ella también te necesita, yo me encargaré de Lisa.

Asentí, subí hasta la habitación de Jisoo y cuando llegué a esta, la vi a ella llorando y abrazada a su almohada, me fui acercando a paso lento. Podía comprender su dolor, pero no sabía que tan enamorada estaba de Rosé. Me senté a su lado y posé mi mano en su hombro.

—Jisoo, sé que no soy la más indicada para decirte esto, pero... habrán más personas... —se sentó en la cama.

Llorando dijo con una risa nerviosa, —Es que yo realmente me enamoré de ella.

Me quede en silencio, porque yo estaba en las mismas, no sabía que hacer conmigo. Parecía haber perdido mi rumbo, mi mundo cayó tan lento, que ni siquiera sentí el impacto, ¿dolió? como los mil demonios. ¿Sentí cuando chocó? no. Simplemente lo hizo y cuando me vine a dar cuenta ya era demasiado tarde.

¿Y si mi madre estaba viva? una maldita pregunta que no dejaba de rondar mi madre, no quería hacérmela más pero no podía, era tan malditamente repetitiva. Se veía tan confiada de sus palabras, y nunca me quisieron enseñar el cadaver. Lisa dijo que Rigoberto sabía algo, si yo lo buscaba y le preguntaba, quizá este podría decirme.

Pero antes de que yo pueda preguntarle, mi padre se deshace de él. Me abracé a Jisoo y ambas nos quedamos ahí, yo ya no quería ni pararme de la cama y Jisoo sencillamente no dejaba de sollozar. Era una extraña mezcla de dos personas completamente rotas. Y ya entendía eso de que las palabras no alcanzaban cuando el corazón rebosada de razones.

ROSÉ.

—¿Y qué Lucía? no pienso dejar que tu maldito esposo mate a Lisa, eso no estaba en el puto plan —le escupí—. Dios, es que si la vieras, le rogaba a tu hija que le creyera.

—¡Para Jennie no a de ser fácil tampoco! —me dijo ella.

Ding-min estaba observando la escena, al igual que varios de sus hombres. Me habían dicho que Rigoberto no tomaba el celular y que por más que lo habían intentado contactar este no daba señales, a lo que llegamos a la conclusión de que Min-ho, se habían encargado de él.

—Es que es la menos perjudicada, Lisa ahora mismo a de estar corriendo peligro, ese hombre es un psicópata, pónganse a pensar en eso —abrí mis brazos.

—Rosé tiene razón, Lucía —opinó, Dong-min—. Tenemos que hacer algo.

—No podemos arriesgarnos ahora. Irene pertenecía a una banda muy importante de narcotráfico , y le robaron a Min-ho, en serio, esa gente sabe como se mueve Min-ho, si nos metemos...

Cuidado Con Sus Labios. (Jenlisa)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora