—Lee Felix, llegue a tu departamento y no estas aquí, ¿Dónde te metiste?—apenas Felix respondió su celular fue lo primero que escuchó.
—Hola Seungmin yo también estoy bien gracias por preguntar—rió mientras veía los edificios de la ciudad mientras Joy manejaba.
—¿En dónde estas?—Seungmin pregunto riendo.
—Estoy yendo hacer un trabajo, llegaré por la tarde, ¿te quedarás en casa?—pregunto Felix mientras veía como entraban a unas residencias.
—No tengo mucho que hacer así que me quedaré te veo al rato haré algo de comida—avisó y Felix solo le dijo que estaba bien y que se veían más tarde.
Joy estaciono frente a una bonita mansión, bajando del auto acción que el rubio imito.
—¿Enserio vives aquí?—cuestiono Felix cuando se posiciono a lado de la pelinegra y esta asintió.
De pronto fueron recibidos por un gran perro de color negro al parecer era un gran Danes quién rodeo a Joy y después a Felix.
—Hola amigo—acarició su cabeza Felix, si el perro se ponía de pie, fácil podría derribarlo—¿Cuál es tu nombre?—cuestionó acariciandolo.
—Sky—contestó Joy—Sus ojos son como el cielo—era cierto el can tenía los ojos azules.
—Es muy hermoso—lo admiró el rubio un poco más hasta que Joy sugirió que entraran.
—Que raro Jae esta en casa temprano—dijo mientras pasaban por un lado de una Jeep verde militar.
—¿No hay problema con eso?—lo menos que quería Felix era traerle problemas.
—No, a él no me importa mucho lo que pase a su alrededor—se encogió de hombros mientras abría la puerta de mármol.
Una vez dentro de la casase podía ver ropa esparcida por todos lados desde la entrada, mientras más se adentraban más se podían escuchar algunos ruidos extraños.
Si los nervios de Felix se pusieron de punta, no quería saber como estaban los de Joy.
La pelinegra subió casi corriendo las escaleras y Lix pensó si seguirla o no, pero decidió no meterse en ese problema aún así no dejó la casa en espera de ella.
La Joy camino por el pasillo hasta llegar al lugar de dónde provenían los ruidos, el cuarto que compartía con Jae.
Abrió la puerta encontrándose con algo que venía sospechando desde hace rato, sintió como algo se quebro dentro de su corazón liberando el dolor hacia todo el cuerpo.
—¿Enserio Jae? En nuestro cuarto—habló Joy mientras el chico dejaba de hacer lo que estaba haciendo y se ponía de pie tratando de taparse.
—Joy—murmuró sorprendido.
—Soy una estúpida por aguantar tanto, pero hasta aquí fue mi límite—habló la pelinegra con su voz entrecortada, realmente sentía como su mundo se desmoronaba, no le deseaba a nadie aquel sentimiento—Mi hija y yo no nos merecemos esto—siguió hablando mientras sus lágrimas comenzaban a caer.
Se dirigió al clóset abriéndolo, todo bajo la mirada de aquella chica y el que era su "esposo".
—¿Qué haces?—Jae se acerco a ella mientras Joy sacaba dos maletas—¿¡Qué demonios haces!?—volvió a preguntar y Joy lo encaro.
—¿¡Qué carajos te importa!? desde el momento que te empezaste a meter con ella—señalo a la pelirroja quién se ponía su ropa rápidamente—Dejamos de ser algo, yo lo sabía Jae pero decidí ignorarlo, me negaba a la idea que de mi hija naciera y no tuviera un padre, una familia, se lo mierda que se siente crecer sin una—sollozó realmente no podía con el dolor que sentía—Pero más mierda sentiría que mi hija naciera en un lugar como este, Helen no merece esto, y por ella te digo que te puedes ir a la mierda, hacer con tu vida lo que quieras y tirarte a quién quieras—dijo mientras se volteaba y comenzaba a echar su ropa en las maletas—Ni siquiera se te ocurra volver a buscarme—pidió cerrando una de sus maletas—Sal de aquí—le pidió a la chica que bloqueaba la puerta del baño—¡YA!—la empujó hacia la puerta del cuarto aún llorando.
—Joy, escucha—Jae la siguió al baño mientras ella tomaba sus cosas de aseo personal—Se que arruine todo, estábamos pasando por una mala racha pero no podemos tirar tantos años de relación por algo tan insignificante—Joy no podía creer lo que aquel imbécil decía.
La pelinegra sonrió viendo el reflejo de ambos.
—Era una adolescente cuando me enamore de ti y del mundo de color rosa que me prometiste, perdí al único que consideraba mi familia por ti, mentí por ti, me engañe a mi misma por ti, casi muero por ti, ¡TODO LO HICE POR TÍ!—lanzó un cepillo que tenía en la mano estrellándolo contra el espejo que ahora mostraba el reflejo de ambos distorsionado.
—Joy no puedes irte solo así podemos arreglarlo no puedes irte ahora que tendremos una hija yo te juro que cambiaré—la tomo de los brazos volteándola y ella entre lágrimas solo sonrió.
—Ya basta Jae—pidió en súplica Joy, lo amaba no podía negarlo era su único y primer amor—Deja de hacerme mierda, si en realidad quieres un poco a tú hija, enserio déjame—no pudo contener más su llanto.
—No—Jae comenzó a llorar—Estuve mal, muy mal soy una mierda pero no puedo perderte no a ti, enserio te amo, eres todo lo—Joy lo empujó lejos de ella antes de arrepentirse.
Camino con Jae detrás de ella diciéndole que iban arreglarlo, que siempre arreglaban las cosas.
Tomo sus maletas y salió del cuarto.
—Joy—le siguió el chico tratando de hablar con ella—¡Ya basta!—le arrebato las maletas cuando estuvieron apunto de bajar las escaleras.
—¡Mierda que me dejes!—gritó Joy jalando las maletas, de pronto una de ellas rodo por las escaleras mientras que por el peso de la otra la pelinegra cayó al siguiente escalón de rodillas, automáticamente llevando sus manos a su vientre, había leído que caer de rodillas podría romper incluso la fuente.
—¿Estas bien?—Felix subió tan rápido como pudo había presenciado toda la escena mientras Jae solo lo examinaba.
—Necesito ir a un médico—sollozó—No puede pasarle nada a mi bebé—tomó la mano de Felix y él solo asintió.
—Esta bien vamos, ¿puedes levantarte?—le cuestionó y esta asintió levantándose con la ayuda de él.
—¿Por esto te atreviste a dejarme?—pregunto Jae con cierto enojo y descepción en su voz, mientras limpiaba sus lagrimas—No es como que tampoco no tuvieras a alguien—sonrió amargamente.
—No te equivoques—hablo Felix, quién había presenciado todo—Somos compañeros de universidad y es el primer día que nos conocemos—le aclaro—Espero que después de todo no te arrepientas las personas como tú no dan más que lástima—soltó amargamente Felix.
Sin esperar una respuesta comenzaron a bajar los escalones Felix le prestaba su brazo a Joy mientras que con el otro cargaba una maleta.
Al final de las escaleras recogió la otra y salió junto a su compañera de la casa.
—¿Sabes manejar?—pregunto Joy cuando se acercaron al carro.
—Claro, sube—abrió la puerta Felix para que Joy entrará mientras tomaba las llaves.
Sentía tanta tristeza por ella una mujer embarazada encontrando a su esposo con otra en su propia casa ¿Qué tan mierda debías ser para hacer algo como eso?
Metió ambas maletas al carro y se dirigió al asiento del conductor.
—¿Puedes poner la dirección de la clínica?—le pidió y ella asintió.
Cuando salieron de ahí pudieron ver a la chica que estaba con Jae.
Joy no aguanto más y rompió en llanto sin impórtale tener a un extraño a lado.
Felix no dijo nada, solo dejó que su compañera soltará todo lo que tenía contenido.
Tal vez se les haga raro, y dirán pq meten mucho a los personajes secundarios, pero tiene que ver con el desenlace que tendra la historia, ya entenderán más adelante.
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TRACE
Teen Fiction"Lo único que deja una persona en tu vida, es su huella" PARTE 1 [Historia en constante correción en narración para su mejor comprensión] |No es necesario seguir el grupo para entender la historia| |La historia cuenta con un playlist de spotify, pue...