TRACE

DIECISEIS

Seungmin se encontraba solo en la sala del hospital esperando noticias de la pequeña Helen mientras Minho se hacía cargo del papeleo acerca de la situación de Joy.

Seungmin seguía sin creer aquello apenas ayer estaban bromeando y pasándola bien y ahora todo se había ido a la mierda, fue en ese momento cuando se dió cuenta que sin duda estar metido en aquel mundo te quitaba la vida en un abrir y cerrar de ojos.

Vió a Minho acercarse apoyado de sus muletas, Seungmin ya no quería nada con ellos así que trataría de encontrar como alejar a Felix y a él de aquella situación.

—¿Estas bien?—le pregunto Minho llegando a su lado y notar que Seungmin estaba algo pálido.

—Quiero que tu y Hyunjin se alejen de nosotros—soltó sin rodeos—No quiero que mi vida se terminé antes de tiempo—se levanto bajo la mirada de Minho.

El rostro de Minho cambio y mentiría si dijera que no sentía algo por el ahora pelirrubio,conoció a Seungmin en la universidad, pero no fue hasta esa noche dónde Minho les salvo el trasero a él y Felix que ellos tuvieron un acercamiento.

Minho sabía que no podía ser tan egoísta como Hyunjin y arriesgar al chico a tanto peligro.

Cuando Minho iba a decir algo fueron interrumpidos por un chico.

—Lee—llamo su atención el chico—Localizamos a Hyunjin—declaro y Minho solo asintió.

—Hablamos después—dijo en dirección a Seungmin quién vio como Minho partía de aquel lugar.

Seungmin había comenzado a desarrollar sentimientos por el castaño y era normal pasaban casi todo el día juntos y Minho le atraía realmente mucho su personalidad, su apariencia, todo de él le gustaba, pero no podía permitirse cometer un suicidio, decidir estar con Minho era resignarse a morir en cualquier momento justo como Joy.

Se desplomo en el asiento y comenzó a llorar.

Nadie le había dicho que enamorarse podía doler de aquella manera.

Felix pago el taxi antes de salir corriendo de este.

Vio a Hyunjin bajar de su camioneta mientras guardaba una arma a un costado de su cintura.

—Hyunjin—Felix lo llamo mientras se acercaba a él.

—¿Qué mierda haces aquí?—pregunto Hyunjin con los ojos rojos pareciera que había llorado—Lárgate a casa—lo miro mal—¡Ahora!—elevo su voz asustando a Felix quién de inmediato se negó.

—Hyunjin no vayas a cometer una estupidez mira que Helen solo te tendrá a ti tu eres su tío no hagas nada que pueda dejarla sola—le pidió Felix tratando de agarrar su mano pero Hyunjin solo negó.

—Esos discursos de mierda no sirven conmigo Felix—la voz de Hyunjin se oía sería—Mataron a mi hermana y eso no se quedará así—tomo a Felix del antebrazo y abrió su camioneta metiéndolo ahí—No te muevas de aquí— ordenó cerrando la puerta de la camioneta.

Felix vio como Hyunjin se metía a lo que era una especie de barrio y no podía permitir que Hyunjin fuera al matadero solo aquella zona era una de las más peligrosas.

Comenzó a buscar entre las cosas de Hyunjin hasta que encontró lo que necesitaba, un arma.

Bajo de la camioneta y se dispuso a seguir a Hyunjin.

El barrio parecía estar solo o tal vez era porque la noche había caído.

A lo lejos pudo ver al pelinegro entrando a una casa, Felix sabía que Hyunjin iba a matar a alguien y esa idea le aterraba, pero eso es lo que hacían las personas como él.

Se encamino a la casa pero se detuvo cuando vio a otro chico pararse fuera de esta.

El chico parecía dudar si entrar o no.

Un disparo hizo encogerse a Felix en su lugar y lo supo.

Hyunjin había cometido su objetivo.

Felix se movió cuando aquel chico saco un arma y dispuso a entrar aquella casa.

Una vez afuera pudo escuchar lo que pasaba.

—¿¡Qué demonios hiciste Hwang!?—gritó una voz desconocida para el rubio.

—Solo elimino la basura—contestó Hyunjin tranquilo.

—Tira el arma Hwang—ordenó el chico—Que la tires joder—repitió y Felix al acercarse pudo ver como Hyunjin estaba de espaldas y se agachaba a dejar el arma en el suelo.

—¿Qué harás? ¿Matarme?—pregunto Hyunjin riendo.

¿Cómo podía reír ante esa situación? Pensó Felix.

—¿Qué te hizo mi hermano?—la voz de aquel chico se quebró—¿Cómo jodidos hiciste eso?—el chico presiono su arma en la nuca de Hyunjin.

—¡No te hagas el imbécil mandaste matar a Joy!—Hyunjin lo encaro furioso mientras la boca del arma ahora presionaba su frente—Ojo por ojo—mencionó Hyunjin y Felix escucho como el seguro del arma del hombre aquel era retirado.

Iba a matarlo Hyunjin iba a morir, ¿Qué podía hacer?

Felix empezó a entrar en pánico y desvió su mirada a la pistola que estaba en sus manos.

Sin pensarlo entro a la casa sin llamar la atención y levanto el arma quitando el seguro.

—Diente por diente—todo paso muy rápido Hyunjin vio al rubio presionar el arma con los ojos cerrados mientras el cuerpo que tenía frente a él caía de costado.

Felix abrió los ojos y con sus manos temblorosas dejo caer el arma posando su mirada en Hyunjin quién estaba sorprendido.

Sin pensarlo mucho Felix salió de aquella casa al ver la sangre.

Se había convertido en un asesino, él había matado a alguien.

Las arcadas lo invadieron y comenzó a vomitar.

Perdón, se pedía así mismo, juro hacer justicia pero ahora era parte de la mierda que tanto había querido arreglar siempre, era parte de lo que él había querido acabar.

—Camina—sintió que alguien lo empujo pero sus piernas no funcionaban—Carajo muévete—Hyunjin literal lo arrastro hasta la camioneta.

Después de subir a Felix abandonaron el lugar.

—Escucha—Hyunjin paro su camioneta dirigiéndose a Felix quién parecía perdido—Felix tienes que escucharme—tomo su rostro volteándolo para que pudieran verse—No lo mataste lo hice yo, ¿de acuerdo? No eres como yo—Hyunjin se preocupo al ver como los ojos de Felix seguía perdidos.

De un momento a otro Felix comenzó a respirar más rápido de lo normal poniendo su mano en el pecho.

—¡Felix!—Hyunjin lo estrujo pero Felix estaba perdido—Por un demonio, ¿Qué mierda te pasa?—se desespero al ver como el rubio decía que no podía respirar y después de segundos cayo inconsciente en el asiento.

Hyunjin puso en marcha la camioneta a un lugar donde pudieran atender a Felix.

¿Y ahora que demonios haría con esto?

Felix había matado a la cabecilla de la mafia brasileña.

Las cosas se le había ido de las manos.