VEINTIOCHO

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—¿Han Jisung?—cuestiono Park curioso.

—Dice que no se irá hasta hablar con usted—hablo el hombre, mientras que Park veía al señor Lee, y a su cuñado Yang, quiénes lo acompañaban en esa noche.

Habían estado tratando de localizar a Hyunjin, pero era como si la tierra se lo hubiese tragado.

—Hazlo pasar entonces—ordeno y el hombre salió del despacho.

Minutos después entro un joven, bien vestido, de algunos veinte años escoltado de dos hombres.

La cara del joven se le hizo similar a una que él muy bien conocía, la madre de Hyunjin.

—¿Usted es?—cuestiono Park al ver al chico entrar muy confíado.

—Jisung—hablo el chico—Han Jisung, jefe de la mafia japonesa, ex socios suyos—hace rato los japoneses habían dejado de hacer trato con ellos por las peleas que tuvieron en el pasado.

—¿Tú?—lo señalo Yang—El responsable de que mi hijo casi muera—Yang saco un arma apuntándole y Jisung solo sonrió.

—Le recomiendo que baje el arma—dijo calmadamente—No creo que nadie quiera salir lastimado—los analizó a todos.

En la habitación estaban los tres mayores, más un chico tal vez de su edad quién lo miraba atentamente.

—Baja el arma Yang—ordeno Park cuando el ambiento comenzó a ponerse tenso.

—Hágale caso—le aconsejo Jisung—Aparte, no se me olvida que su hijo quiso acabar con la vida de alguien—lo observo bien—Alguien importante para mí—Minho no pudo evitar pensar en Felix, pues ya había tenido dos ataques hacia su persona.

¿Qué era Felix de aquel chico?

—¿Qué eres de Lee?—cuestionó Park y la mirada de Jisung viajo hasta él.

—¿No prefiere hablar a solas?—pregunto viendo a los demás—Y usted, como no deje de apuntarme lo lamentara—le advirtió al señor Yang, quién bajo su arma segundos después.

—Salgan—ordeno Park sin dejar de ver al castaño.

Minho le dio una última mirada al chico antes de salir, tenía que encontrar rápido a Hyunjin.

—Toma asiento—Park le pidió y Jisung se acercó al sofa.

—Salgan—ordeno Jisung a sus escoltas y fue así como quedaron solos aquellos dos hombres.

—¿Qué es lo que quieres?—dijo sin rodeos Park.

—Buena pregunta—lo apunto Jisung—Quiero saber dónde esta Lee Felix—lo miro serio y Park sonrió.

—¿Y acaso soy la niñera del pequeño Lee?—Park sabía que ese chico estaba con Hyunjin, ya que no podían encontrar a ninguno de los dos—¿Por qué tanto interés en ese huérfano?—pregunto el viejo y Jisung lo miro serio.

—¿Huérfano?—sonrió—Felix es mi hermano, y se lo hijo de puta que han sido con él—le echo en cara—Y tú pequeño Hwang, ese imbécil todavía tiene el descaro de meterse con él—negó molesto.

—Tú no eres hijo de los Lee, ellos solo tuvieron un hijo, no dos, tu apellido no es Lee, es Han—recordó Park.

—No vine hasta aquí para contarte la historia de mi vida, ni de quién soy hijo—dijo Han—Vine aquí para decirte que Felix no esta solo y como vuelvan hacer algún atentado en su contra, todos—lo miro serio—Absolutamente todos van a morir—sonrió.

—¿Acaso crees que le tengo miedo a un mocoso como tú?—le cuestiono Park riendo.

—Nunca dije que yo te mataría—levanto una de sus cejas y se recargo en el respaldo de la silla—¿Hyunjin sabe porqué su madre esta en el loquero?—cuestiono con una sonrisa y Park se puso serio—Ya veo, tu cara me dice que no—rio Han—Creo que a Hyunjin le gustaría saber porque—Park lo miro serio.

TRACEDonde viven las historias. Descúbrelo ahora