Qué pasaría si el chico mas arrogante y egocéntrico se enamora perdida y completamente, de nada mas y nada menos que el hermano de su mejor amigo, el cual a crecido odiándolo desde el momento en que se conocieron.
Alexander a comenzado a sentir tal...
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𝘿𝙖𝙣𝙞𝙚𝙡:
Aquí nos encontramos nuevamente.
Segunda clase del día, tan aburrida como siempre, tanto que mi cabeza se ladea del sueño en busca de paz, entre cierro los ojos y escucho un montón de palabrerías sin sentido dirigidas a mi o tal vez a los demás, provenientes de aquel hombre semi calvo, con gafas, obeso y de estatura baja, hablaba sin parar de una tal "Grecia", mi poco interés incremento hasta que la clase termina. Había pasado otra hora de clases estando presente en esta, era un logro y sin duda un orgullo para mí.
Lamentablemente seguía otra, lo que me dio tiempo de sacar mi cuaderno y garabatear algunas cosas sin rumbo. Mientras esperaba observaba como los demás estudiantes paseaban de un lugar a otro compartiendo platica entre ellos, se veían amigables entre sí, como si todos compartieran intereses, ellos disfrutaban de su compañía como buenos amigos, yo sólo tenía en la mente la clase de arte de la cual días atrás había mostrado una de mis dibujos a la maestra y aún era incierto mi lugar.
Así que ahora estaba tan aburrido y solo...
-¿Puedes llamar a Daniel? -una presencia dominante causó impacto en todo el salón, dejándolos mudos y apaciguando las sonrisas.
-Si...si -la voz de la chica era una de nervios- Da..Daniel.
-Ya escuche -me levanto lanzándole una mirada amenazante al imbécil que me esperaba en la puerta.
Me acerco precavido de las miradas ajenas orillando a la chica lejos de mi hermano.
-Creo que te dije que no me buscaras -advierto molesto en un murmuro.
-Ven conmigo, es importante -tira de mi brazo sacándome del salón sin importarle lo que dije.
¿Qué les pasa a todos con estirar brazos?
Desorientado, camino por el largo pasillo esta vez con rumbo a la dirección.
Al parecer me habían llamad según mi hermano, desconocía el porqué. Entre y de inmediato Oliver se sentó cómodamente, en total amplitud con las piernas semi abiertas en la silla frente al escritorio del director. Sospechaba a donde iba esto, antes de decir algo sabía que la respuesta era un total y rotundo, No.
-Adelante -escucho la voz de una mujer frente a mi. Al ver mi presencia en la puerta ya abierta me indica pasar.
No tardó mucho en romper el silencio, el hombre me miró y juntó tomó un papel del escritorio.
-¿Daniel, cierto? -preguntó mirándome en busca de respuesta, igualmente Oliver.
-Si, soy yo.
-Toma asiento.
No lo dude y me senté al lado de mi hermano un poco más decente y no tan plácidamente como él.
-Escucha, tenemos una propuesta en mente... -Sé por dónde va esto, lo sé desde hace 2 días cuando Oliver me dijo que me uniera al consejo estudiantil a lo que simplemente respondí que no. No estoy interesado en ese tipo de cosas- Hemos pensado en integrarte al consejo estudiantil -me mira con seriedad y continúa- ¿qué opinas?
