38| Taylor

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"Lo que no le cuentas a nadie, puedes contármelo a mi, y si tienes miedo, yo estaré aquí."

-Lana del Rey-



Daniel:

Papá se fue y todo volvió a la normalidad; los regaños y castigos por salir hasta tarde o simplemente no llegar a dormir volvieron, esto era por una sola persona... Alex. Hacía todo por él.

-Pronto será la fiesta de fin de mes, ¿irás? -le pregunté al chico que sostenía mis piernas. Estábamos sentados en una de las bancas afuera de mi casa. Eliza no se encontraba, entonces aprovechamos el momento.

-Posiblemente -dijo recargado en mi hombro.

Había un detalle, esa magnífica fiesta estaba dirigida a un público joven con la intención de expandir comunicaciones sociales con más chicos de ese nivel económico. Daniel era todo lo contrario a sociable.

-¿Tú irás?

-No lo sé, sabes que no soy mucho de fiestas.

-Es una lástima que no puedas ir conmigo -hizo una mueca de disgusto acogiéndome con sus grandes brazos encima de mis hombros- no sabes lo que daría porque nos vieran juntos.

-No creo que sea buen momento -por más que quisiera... en serio, siempre hay algo que dice que no, un presentimiento fuerte que se niega.

Recuesta su cabeza en mi pecho y acaricia mis piernas sobre las suyas.

-Soy consciente de ello -musita casi inaudible.

Todo queda en silencio, así es como quería estar: junto a él, solos, sin más preocupaciones.

Cuando estoy con él, todo es secundario, pasa a segundo plano sin importar cuán importante sea. Éramos él y yo en cualquier momento, disfrutábamos lo más que podíamos debido a las circunstancias. No salíamos de casa porque temíamos ser vistos, ni siquiera podía verle por miedo a que sospecharan e indagaran más de lo debido.

-Te amo, ¿sabes? - cuestiona con un tono que hace explotar mi mente y perder mis sentidos.

-Yo también -sujeto sus mejillas con cuidado y le planto un beso tenue, para después volver a la misma posición.

Nadie podría tener idea de cuánto quisiera presumir que Alexander, del que tanto hablan y rumorean sobre una posible pareja, está recostado en mi pecho ahora mismo, en el modo más pacífico que nunca antes lo han visto, como nadie lo ha conocido, era un lindo cachorro a mi lado, uno que estaba dispuesto a todo por complacerme.

Si yo me convenzo de que nada me importa y él se dispone a aceptar que las personas nos podrían juzgar pero no importaba, tal vez... podría funcionar y no sería tan malo hacerlo público.

Esa idea no saldrá de mi cabeza, la repasaré una y otra vez hasta la saciedad, así podré llegar a una conclusión razonable que probablemente no sea la mejor.

-Alex -le llamo dudoso. Pero sobre todo había una pregunta que no me dejaba funcionar de manera correcta después de ver el mensaje que le llegó esta mañana- ¿Quién es Taylor? ¿Qué es para ti? -un silencio profundo nos invade. Tal vez no debí preguntar.

-Ella es... una ex pareja, ahora solo somos buenos amigos. No te mentiré, aún hablo con ella, pero solo para ver cosas realmente importantes -se sincerisa.

Me limite a responder con un "oh", nada sorprendido pero un poco disgustado. No podía sentir celos de alguien que no conocía, sin embargo, mi estómago revuelto, sí podía y muchos.

𝘛𝘩𝘦 𝘤𝘰𝘭𝘰𝘳𝘴 𝘰𝘧 𝘵𝘩𝘦 𝘳𝘢𝘪𝘯𝘣𝘰𝘸Donde viven las historias. Descúbrelo ahora