𝘿𝙖𝙣𝙞𝙚𝙡:Cansado...
Cansado es ir y regresar a casa caminando, hago aproximadamente cuarenta minutos donde con suerte no me han secuestrado. Supongo que nadie quiere a un chico molesto, desquiciado, llorón y con severos problemas mentales, pensándolo bien, ni siquiera yo me querría.
Estas calles suelen ser más inseguras de día que de noche, siempre predican con que nadie debe salir por las noches debido al vandalismo, aunque pienso que se encuentran tan desoladas por las noches que nadie piensa en salir, ni siquiera los ladrones, sin embargo se presentan los robos de día, lo último que robaron fue un auto, a mi profesor de álgebra, era un auto nuevo.
Faltó a clases por más de tres semanas, las autoridades dieron con responsable, pero no supe mas, es inexplicable ya que se supone que esta zona es una de las más seguras, hay cámaras de vigilancia en todos locales. Se encontraba al centro de la ciudad, una manzana transitada por la variedad de locales que había, solo al salir del instituto frente a este se encuentra una cafetería.
Tuve que acompañarme de la soledad, caminando como niño abandonado por su hermano. El imbecil se levantó más temprano a propósito, yo lo sé, solo quería dejarme atrás e irse como el traidor que es. Ayer tuvimos una pequeña discusión y debido a esta decidido cobrar venganza por la mañana, dejándome sin transporte.
Indignado y enojado, continuo con la mente vagando y los zapatos enlodados por el reciente charco de agua sucia que salpique, era lo peor que me podía pasar. Suspiro hondo, intentando ser optimista incluso con las leves gotas que caen del cielo nublado, golpeando mi rostro.
-¿Acaso siempre está lloviendo en esta ciudad de mierda? -reproché al aire, irritado. Me limpio el rostro y sigo adelante, igualmente sacudo un poco el agua que contraje en la ropa al venir bajo los árboles moviéndose y estallando en pequeñas gotas de agua.
Cansado, entro al instituto sin aliento, sacudo mis Converse negros húmedos y sucios. Me contengo lo más que puedo, no era un buen día, tanto que seria capaz de golpear mi casillero si no fuese consciente de que podría lastimarme, cierro este de golpe dejando un sonoro estruendo en los oídos ajenos. Todos a mi alrededor me miraban como un demente, tal vez me convertiría en uno si no me dejaban de ver.
Reviso la hora en mi celular, y a cuatro minutos de comenzar la clase, corro, como si no hubiese un mañana.
El recorrido duró poco.
Choco con un idiota, como obra del destino y mi estupidez. Aveces me preguntaba si tenia algún problema de mala suerte, malas energías, para siempre caer y chocar con orangutanes. Tal vez solo era estupido y muy torpe.
Afortunadamente, esta vez logre ser sostenido a tiempo antes de que impactara en el frío suelo.
No tardo en levantarme y componerme, con el orgullo al cielo, como si nada hubiera pasado, nadie vio nada, sacudo mi sudadera, incluso sonrió hipócritamente para el amigo que acababa de impactar contra mi, no dudó en verlo con el fin de maldecirlo, elevo mi cabeza.
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𝘛𝘩𝘦 𝘤𝘰𝘭𝘰𝘳𝘴 𝘰𝘧 𝘵𝘩𝘦 𝘳𝘢𝘪𝘯𝘣𝘰𝘸
RomanceQué pasaría si el chico mas arrogante y egocéntrico se enamora perdida y completamente, de nada mas y nada menos que el hermano de su mejor amigo, el cual a crecido odiándolo desde el momento en que se conocieron. Alexander a comenzado a sentir tal...