Ante mi declaración decidida pude sentir su aroma hacerse más intenso. Extrajo el sobre del bolsillo del saco,abrió mi collar y con mucha delicadeza lo retiró. Sostuvo mi mano con firmeza y me subió al cuarto, cuando entramos cerró la puerta y abrazándome por la espalda empezó a besar mi cuello.
-Bebé no me tengas miedo, seré muy delicado contigo porque es tu primera vez.
No respondí nada, sabía que estaba mal no decirle pero no podía hacerlo. Me volteo para tenerme cara a cara, sin dejar de repartir besos por el rostro y el cuello con sus dedos largos trazaba una caricia extendida por toda mi espalda, me desnudó completamente para luego quitarse también todas sus prendas, sin soltarme me guió a la cama donde me acostó y continuo besándome en el cuello -Abre la boca bebé- Obedecí inmediatamente, introdujo su lengua que insistía en jugar con la mía.
Sus caricias recorrieron todo mi cuerpo y su boca bajó a mi pecho, succionó y jugueteó con mis pezones, parecía hambriento por la manera en que los sostenía de pronto bajó sus manos a mi intimidad, con una sostenía mi sexo masturbando ligeramente mientras que con la otra tanteaba mi entrada.
-A pesar de todos mis besos no estás excitado , ¿tienes miedo?
-Estoy nervioso
-No te asustes, no te haré daño te sentirás bien. Relájate y abre las piernas cariño.
Con las piernas un poco más abiertas pude ver como Leo se colocaba un condón en los dedos y le ponía lubricante, se acostó nuevamente encima mió besándome el pecho en un intento por distraerme mientras invadía mi entrada con su dedo,lo dejó ahí un momento hasta que sintió que debía moverlo, más que doloroso se sentía molesto, me preparó de manera similar introduciendo otros dos dedos.
Sacando sus dedos y dejando el condón de lado se posicionó entre mis piernas y se masturbo un poco antes de atraerme donde estaba, tal vez hasta ese momento había logrado relajarme un poco pero ni bien sentí la punta hacer presión contra mi, me tensé por completo recordando cada episodio de dolor intenso que había vivido por ese tipo de intromisiones, cerré los ojos y lagrimas salieron como un grifo abierto, puse ambos brazos cubriendo lo más posible el rostro ocultando el remolino de pensamientos que se agolpaban en mi mente.
-Bebé te cambiaré de posición para que sea más fácil- Con ambas manos giró mi cuerpo dejándome en cuatro, con un movimiento firme levanto mis caderas e intento penetrarme de nuevo mientras yo escondía mi rostro en la almohada y apretaba las sabanas con ambas manos hechas un puño. Tenía tanto miedo que empecé a temblar.
Si bien Leo me acarició y besó mucho esa noche, la tensión de mi cuerpo junto con las emociones me habían dejado agotado y simplemente me deje hacer. Al principio fue algo doloroso sin embargo, a medida que pasaban los minutos solo experimentaba un calor intenso.
La velocidad de las estocadas incrementó considerablemente, por la experiencia con Ban sabía que eso era porque estaba próximo a terminar y con eso no faltaba mucho para que me mordiera, me levantó acercando mi espalda a su pecho apretando su agarre atacó mi cuello preparándome lamiendo vorazmente.
Con un pequeño movimiento ladee la cabeza a un lado y le di un permiso implícito de que podía hacerlo, no tardó mucho en sacar sus colmillos y hundirlos dejando un rastro de sangre, inmediatamente succionó y lamió para cerrar la herida al mismo tiempo que sentía como se hacía más grande dentro mio, me asusté y me dolió al punto de instintivamente buscar escape.
-No bebé, te vas a lastimar no te muevas por favor.
- Qué pasa...me duele mucho, se siente caliente.
-Es mi semilla, mi nudo shh shh calma ya bajará.
De todas las veces que Ban abusó de mí, ni una sola había formado el "nudo", era mi primera vez en esa situación.
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Y es...EL DOLOR DEL SILENCIO
RandomCuanto tiempo puedes aguantar el dolor sin gritar desesperado por ayuda... Es algo que descubrirá Lie a sus 15 años. Una historia omegaverse con contenido sensible... No adaptaciones permitidas