Cap. 23

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Dicen que las suegras pueden ser brujas, la mía se lleva el premio a la más malvada. Vino exclusivamente para torturarme con la excusa de una remodelación en su casa,para ahorrar gastos se quedarían 3 meses en nuestro hogar.

Aunque no lo dijera Leo estaba muy estresado por su llegada, había pasado una semana en la que mínimo una vez al día la señora me insinuaba frente a él que debía tener un cachorro alfa para mi marido, que era una desgracia de omega por no haberme preñado aún.

-Madre déjalo tranquilo por favor, llegarán cachorros si tienen que llegar.

-Que clase de mentalidad es esa Leo, tiene que parir por lo menos un alfa para que sirva de algo todo lo que gastas en mantenerlo, Lie estás muy gordo deberías comer menos. ¿Haces ejercicio?.

"antes de que usted llegará casi todos los días"

-Que lo dejes en paz madre por favor...

Muy ofendida su madre le dio una bofetada que resonó en el cuarto dejando a todos sorprendidos

-Desde que te conseguiste este remedo de omega ya no eres el mismo, mocoso irrespetuoso.

En la noche en la recamara mientras le ponía un paño con agua fría mire con pena a mi alfa su olor, su rostro todo reflejaba un dolor muy profundo.

-Bebé, nuevamente por mi culpa estas sufriendo... perdóname

-Alfa... te amo

Sus brazos me rodearon más fuerte mientras yo intentaba liberar feromonas para calmarlo logrando caer en un profundo sueño ambos.

La mujer sin vergüenza abrió la puerta de nuestro cuarto mientras gritaba lo asquerosa que tenía la casa haciéndola el hogar perfecto de alimañas, no sé de dónde diablos pero me lanzó una rata muerta casi a la cara... me asuste muchísimo primero por el animalejo y segundo por pensar que mi alfa iba a creer nuevamente las mentiras en mi contra pero a diferencia de las otras veces no me acusó sin fundamento.

-Hay una construcción cerca.. Seguro entró para escapar de ese lugar madre, si quieres nietos no deberías alterar a mi omega y tampoco entrar a mi cuarto cuando estoy por montarlo,retírate por favor.

Salió del lugar con un portazo que casi rompe la puerta, Leo simplemente suspiró agotado levantándose para sacar el cadáver del cuarto.

-¿Estás bien bebé?

-Gracias por cuidarme alfa

Me empecé a desnudar sorprendiéndolo, reaccionó de inmediato preguntándome qué estaba haciendo.

Con una vergüenza infinita le respondí - dijiste que me ibas a montar...

-Bebé, solo tu sabes como arreglar mi día

Cerró la puerta con llave y me hizo el amor lento y dulce, no me importo salir del cuarto solo con una remera de Leo, oliendo a la mezcla de sexo y alfa que tenía en el cuerpo porque moría de sed, serví dos vasos de agua para ambos. Al final de las escaleras mi suegra con una mueca de disgusto olfateó el aire.

-Asqueroso... no esperaba menos de una zorra sucia como tú, con razón Leo está tan embrujado. Si le abres las piernas con tanta facilidad, pareces una puta barata de prostíbulo.

Las palabras me afectaron de sobremanera, en que momento había empezado a disfrutar tanto del sexo con mi marido...¿realmente era una puta como decía esa mujer?, mis mejillas se pusieron rojas y baje la cabeza avergonzado.

-Ja ja ja... al menos tienes un poco de vergüenza maldito, me encargaré de desaparecerte de nuestras vidas si en 3 meses no escucho una buena noticia... con tanta práctica me sorprende que no hayas parido 5 cachorros aun.

Simplemente entré cabizbajo a la habitación, le extendí el vaso a mi alfa que lo bebió de un solo golpe. Me acosté a su lado -¿ Puedo pedirte algo alfa?

-Dime bebé

-No me dejes hoy, déjame dormir en tu pecho escuchando tu corazón... abrázame y hazme olvidar que existe un mundo afuera de esta cama por favor.

-Bebé hoy soy tuyo, pon la llave a la puerta y ven a mi lado. 

Y es...EL DOLOR DEL SILENCIODonde viven las historias. Descúbrelo ahora