Cap. 13

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Cuando logré abrir los ojos rodé sobre mi costado y choque con su cuerpo,pensé que iba a despertar solo en esa gran cama no obstante Leo seguía ahí durmiendo apaciblemente, pase los dedos por mi marca recién hecha. Una vez al borde de la cama apoyándome como pude de la mesa de noche me puse de pie, no me sorprendió el líquido blanquecino que bajaba por mis muslos pues sabía que era normal.

Con pasos lentos y sosteniéndome de la pared llegué al baño, espere que el agua se calentará para poder tomar una ducha que relajaría mi cuerpo, debía preguntarle al alfa las reglas que iban a regir mi vida ahora que él era mi apoderado. Perdido en mis pensamientos no me di cuenta el momento en el que Leo se metió a la ducha.

No puedo alejarme de ti bebé, por qué me dejaste sólito.

Perdóname, no te enojes por favor.

Lie...Hasta que termine de construirse el lazo que nos une, vamos a permanecer juntos. Te darás cuenta poco a poco que una vez el proceso termine si tu sientes dolor yo lo sabré y funciona en ambos lados.

El proceso... ¿Es largo?

No bebé, tranquilo. Qué te parece si vamos a la cama y me dejas amarte mucho.

En la ducha hubieron besos y toques pero no llegó al final,cuando terminó agarró una toalla se la puso encima de la cadera, caminó al mueble y sacó otra más grande y me la puso sobre el cuerpo, me cargo estilo princesa y me llevó al cuarto.

Sentado encima de la cama atraje mis rodillas y las pegué a mi pecho, dudaba mucho sobre cómo abordar el tema de la convivencia. ¿Se enojaría?

-Leo ... te lo ruego, dime las reglas que debo seguir para que no me castigues - Poniendo mis manos juntas,arrodillándome en la cama y agachando la cabeza proseguí - Sé que no tengo derecho a cuestionarte, no lo tomes a mal por favor.Baje las manos y expuse mi cuello como muestra de sumisión

-¿Reglas?- No había rabia en su voz, era sorpresa sobre todo - Bebé, no te voy a castigar nunca. Me abrazó fuerte contra su pecho expulsando más de su aroma buscando relajarme mientras acariciaba mi espalda.

Estaba a punto de dormirme cuando sonó el timbre entonces recordé que mis padres iban a visitarme,debía vestirme y recibirlos por lo que me despegué de Leo para buscar mi ropa.

-Alfa, mis padres dijeron que vendrían.

"Visitas al día siguiente de la unión" - Se nota que son ignorantes bebé, si no fueran mis suegros y betas podría fácilmente matarlos.

- ¿Matarlos?

-Bebé te acabó de marcar,cualquiera que se acerque es una potencial amenaza porque tu lobo está más sumiso que nunca acoplándose al mio, mi instinto me manda a protegerte.

-Ven conmigo alfa para que veas que no tienes de qué preocuparte, les abriré la puerta para que sepan que estoy bien y los despacharé enseguida.

Sacó del ropero un pijama y se lo colocó, me alcanzó una camiseta enorme de color blanco... Me la puse rápidamente, viéndome en el espejo pude notar que la prenda dejaba ver mis clavículas junto a mi marca. "mejor así"

Al momento de abrir la puerta, Leo gruñó sonoramente causando un grito en mi madre. Sin soltar su mano me dirigí a mis padres.

-Disculpen a mi esposo, está así por la marca- con un dedo señalé mi cuello.

-Entendemos hijo, llámanos cuando podamos verte.

- No lo hará, buenas tardes- Dicho esto Leo dió un portazo, dejandolos afuera.

Me puso encima de su hombro y me llevó a la cocina, sentándome en la encimera se frotó contra mi pecho, se separó ligeramente "Te haré algo de comer, no te muevas". Después de alimentarme hasta sentirse satisfecho, volvió a colocarme sobre su hombro hasta el cuarto.

Pasamos una semana en la cama: Me alimentaba, bañaba y en varias ocasiones me tumbaba y me penetraba. Por efecto de la marca mi lobo se entregaba sumiso a sus caricias, mi cabeza no entendía bien lo que sucedía pero ya no tenía tanto dolor.

Y es...EL DOLOR DEL SILENCIODonde viven las historias. Descúbrelo ahora