Mi tobillo aún dolía mucho y no podía pisar bien, pero me di formas para bajar y cocinar, limpiar y cortar la rosa de mi cachorrito.
-Bebé te compre fresas.
-Gracias alfa, ¿quiere que le prepare algo con ellas?
- Bebé... son para ti-suspiró profundo
-gracias alfa las disfrutaré mucho¿puedo comer algunas ahora?
Leo asintió, saque unas cuantas de la bolsa y las lave con mucha dificultad aun no podía usar mi mano, las puse en un plato y se lo alcance para que empezará.
-Cuando usted esté satisfecho.. yo comeré las que sobren alfa.
-Lie... no me gusta que me trates así, soy tu marido no tu dueño.
Temblar al escucharle decir mi nombre se hizo normal, me estremecí y por mas exagerado que parezca me arrodille -Cómo quiere que le trate alfa, yo... yo haré lo que me diga... yo puedo... yo... por favor... yo...
-Basta maldita sea, ¡No soy un monstruo!. Levántate ahora mismo y bésame con amor, dime cariño y portate como un omega bueno por una vez en tu puta vida... estoy harto de verte tan lamentable como si yo te tratara mal. Hasta fresas te traje y nada te falta, solo te castigo cuando haces cosas mal.
Me levanté con calma y extendí mis brazos como invitándolo para que me abrace, le di un beso.
-Cariño, gracias por las fresas.
Su aroma agrio bajo mucho y me levanto de ambas piernas aferrándose a mi cuerpo, si tan solo no quisiera huir cada vez que se me acerca.
Me dejo caer sobre el sillón más amplio del salón poniéndose entre mis piernas - Si hoy te portas lo suficientemente bien te llevaré al hospital para que te revisen el tobillo y tu muñeca bebé.
Era importante para mí curarme, sentir menos dolor así que puse todo de mi para que suceda, acercando su rostro al mío inicie el beso.
Aún sin apoyar mi pie me incorpore, lo hice tomar asiento y me subí a sus piernas, me desabroche la camisa lentamente mientras él me besaba el cuello, deslizó la tela sobre mis hombros continuando con los besos. Me esforcé por recordar momentos donde había sentido placer para lubricar y funcionó porque sentía mi ropa interior mojarse, Leo se puso de pie sosteniendome solo para bajar las partes bajas de nuestra ropa y me volvió a sentar encima ya sin nada, piel con piel sentí como creció tocando mi trasero.
-mgh bebé así..
Como alguna vez había visto en una película erótica con él, coloque dos dedos en su boca para que los humedeciera, entendió lo que buscaba hacer y me chupo los dedos con fuerza.
Me ayudó separando mis nalgas y yo me prepare con dos dedos tocándome, esto debió excitarlo mucho porque sumó un dedo suyo inmediatamente por su impaciencia.
-Que mojadito estas amor.. Mghh
Retiró mi mano junto a su dedo y frotándose un poco se introdujo en mi cuerpo.
-muévete para mi cariño.
Obedecí y con cuidado empecé a rebotar sobre sus piernas, él guiaba la intensidad con ambas manos a los costados de mi cadera. Aumentó el ritmo, salió de mi y me puso de rodillas.
-Agarrate fuerte del respaldo bebé.. Quiero follarte hasta partirte en dos, amor.
Sabía que mis gemidos ayudaban a que se venga más rápido así que mostrándole mi marca le dije - ¿Leo puedo gemir fuerte?
-Bebé grita si quieres, muere de placer en mis brazos.
Acompañé sus estocadas con gemidos, cuando aumentó la velocidad le tomé la mano y grité mientras me venía sobre el sillón, mi respiración era irregular sintiendo como él se venía inmediatamente después clavando sus colmillos en mi rosada marca . Me beso el hombro y la espalda suavemente bajando el ritmo y regulando la respiración lentamente.
-Bebé es el mejor sexo que hemos tenido hasta ahora,iremos al hospital para que vean que más pueden hacer por tus heridas, te amo
Solo pude responder con un beso suave en su mejilla y recosté mi cabeza en el sillón. Desperté en la cama matrimonial limpio y sin collar.
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Y es...EL DOLOR DEL SILENCIO
RandomCuanto tiempo puedes aguantar el dolor sin gritar desesperado por ayuda... Es algo que descubrirá Lie a sus 15 años. Una historia omegaverse con contenido sensible... No adaptaciones permitidas