De más está decir que la vestimenta de Heaven podría realmente dejar algún desmayado. Vuelvo a casa y voy al gimnasio, pero luego de una hora me rindo y tomo la opción de la ducha fría.
Sigo pensando en lo de mi madre, como pareció decirle alguna verdad, algo importante. Y como quiere ayudar. Joder, siento que es...mucho. Siento que nunca voy a poder agradecerle realmente el esfuerzo que hace por ayudar, como se interesa así por mi familia y amigos. Si tan solo pudiera...joder, comprarle un detalle. Pero ¿que? ¿Con su propio dinero? Un maldito chiste. Y aun así ella no...mierda, no es materialista. No lleva grandes joyas, la ropa que usa es normal. Claro, le queda maravillosa, pero es algo que podría comprar cualquiera. No compra caprichos o cosas solo por que sí. Ella...honestamente parece valorar más algo humano. La clase de persona que prefiere que vayas a su cumpleaños a que le envíes un regalo, porque elige el buen momento sobre lo material. Cosa que me hace verla más hermosa y no ayuda, pero eso es otro tema. Podría hacer eso, darle un buen momento. Tal vez preparar yo mismo una cena. Será su comida, pero aun así. El hecho de cocinar algo, y quizá buscar una película, preparar palomitas...y suena a cita básicamente, pero se puede hacer de forma platónica. Si, solo crear momentos agradables para ella, para que sienta mi agradecimiento.
Me arrojo a la cama en boxers, y veo que me envió un texto hace dos minutos.
Heaven: ¿Podrias venir a la fiesta? Necesito ayuda con algo. Nada grave, no te asustes.
Naturalmente me asusto. Me levanto de un salto y tomo unos jeans, una camiseta, zapatillas y tropiezo escaleras abajo poniéndome todo.
Ayuda con algo. ¿Con que podría necesitar ayuda en una fiesta? Pues quiza que la drogaron y se está sintiendo mal. Quizá alguien le hizo algo feo y quiere irse. Quizá todos sus amigos están follando y la dejaron sola, así que eso podría no ser seguro para ella. Quizá el alcohol le afectó de mala manera, o quizá fumó y eso mismo. Quizá es que ya no se siente con ánimos de una fiesta, por alguna clase de bajón anímico.
Sigo así, pensando en todas las posibles variables, todo el camino. Cuando llego dejo el coche y atravieso el jardín delantero, que está lleno de adolescentes borrachos, y entro a la casa. Una marea de gente impresionante, estos de aquí bailando, si sigues está la cocina, a la derecha escaleras y a la izquierda sala. Comienzo a buscar entre la gente pero no la veo, así que paso a la sala. Ahí tampoco, ni en la cocina por lo que puedo ver. Salgo al jardín y ahí la veo. Está sentada en un banco con Caleb, Sarah y Blair. Está riendo y consciente, lo que elimina veinte posibilidades negativas. Suspiro y me aproximo, viéndola alzar la vista hacia mi, parpadeando al verme.
-Kyler-exclama y se levanta, viniendo frente a mi-¿Está todo bien?-inquiere y parpadeo, examinándola. No tiene los ojos rojos, no parece drogada, ni se tambalea.
-Pues eso te iba a preguntar-contesto confundido-Me dijiste que necesitabas ayuda con algo, si podía venir.
-¿Que cosa?-inquiere y parpadeo más-¿Cuando?
-Hace unos minutos, en un texto-contesto, sin salir de mi confusión. Ella frunce el ceño y abre su riñonera, congelándose al verla. Alza la vista con sus ojos muy abiertos y suelta un taco entre dientes.
-¡Sarah Elisabeth Gewin!-grita volteandose, y la aludida se encoge alzando sus manos a ella.
-El plan que tú tenías no iba a funcionar...-comienza a toda prisa, encogida y con un ojo cerrado, pero antes de que pueda terminar Heaven le da un golpe a mano abierta en lo alto de la cabeza, como retando a un cachorro.
-¡Devuelveme mi móvil!-grita, y entonces caigo. Sarah me envió el texto-¡Lo haces salir a la una de la madrugada!
-Pero si no le cuesta nada-defiende la otra bajito, rebuscando en su bolso, y es la primera vez que la veo amedrentada.
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Sistema de freno
Roman d'amourKyler tiene un objetivo. Conseguir una beca deportiva. Michael le da esa oportunidad, todo está servido, lo único que falta...es sobrevivir a Haeven. Las cosas podrian no estar tan servidas como parecen.