Aun se puede caer mas bajo

22

Niall fue a despertarla para comer. Hacía mucho tiempo que no la veía dormir con tanta tranquilidad.
-Vamos a comer, princesa.- susurró él, despertándola.
Ella lo miró adormecida y asintió sentándose en la cama.
Él le acarició la mejilla y vio la duda en los ojos de la chica.
-¿Y si engordo y Harry ya no me quiere? -preguntó con un hilo de voz.
-Harry te ama mas que a nadie en este mundo. Además, no es sano tu peso actual.
-¿Estás seguro?- preguntó ella.
-Claro que si.- dijo él besándose la frente.
Ambos bajaron y ella descubrió que todos estaban esperándola.
Ella tomó asiento junto a Harry y él entrelazó sus dedos a los de ella.
La cena se sirvió y ella observó la comida durante un largo rato. Comenzó a dar pequeños bocados intentando que la comida permanezca dentro de ella. Las náuseas llegaron de forma inmediata y ella corrió al baño. Los chicos no tardaron en seguirla.
Harry le tomó el cabello y los demás intercambiaron miradas de preocupación.
Una vez que acabó, Sofi permaneció sentada en silencio.
-Latina.- dijo Harry tendiéndole su mano. Ella la tomó y se dirigió al lavado donde cepilló sus dientes y dejó que su espalda cayera sobre el pecho de Harry.
-Sólo es cuestión de que tu cuerpo vuelva a acostumbrarse.- dijo Liam. Ella asintió tristemente y se dejó rodear por los brazos del chico de los ojos verdes.
-Ya, mi amor.- dijo él .-Vas a estar bien.
-La voy a llevar arriba,- dijo Zayn.-creo que necesita dormir un poco.
Le rodeó la cintura con su brazo y la llevó a la habitación.
-Vas a estar bien.- susurró él en el oído de ella.
-Lo intenté.- dijo ella acostándose en su cama.
-Lo se, hermosa.- dijo él sentándose a su lado y acariciándole el cabello.- Vamos a ayudarte, te lo prometo.
-¿Y si no pueden?- preguntó ella con el temor en sus ojos.
-Vamos a buscar la forma de poder. -dijo él y le acarició la mejilla.- No vamos a dejarte sola.
-¿Te quedarías conmigo hoy?
-Si, preciosa.- dijo él acostándose a su lado y rodeándola con su brazo.
Tras varios minutos de silencio, Sofía preguntó con un hilo de voz.
-¿Voy a morirme si mi cuerpo no vuelve a acostumbrarse?
-No vuelvas a pensar nunca en que vas a morirte,- pidió él.- porque no voy a permitir que eso pase, nunca.
Ella se durmió entre los brazos de él sin volver a pronunciar palabra alguna pero Zayn no logró dejar de pensar en la extrema delgadez de ella que parecía ser cada vez mayor.