-Latina.- le susurró Harry al oído despertándola. Ella sonrió.- Levantate, preciosa, que te extraño.
Ella rió y abrió lentamente los ojos.
-¿No puedo ser vaga?
-Mmm... no.- dijo y ella rió.
La chica se apoyó en sus codos y le dio un cortó beso.
-¿Vamos a la plaza hoy?
-Tengo reunión.- dijo él haciendo una mueca.
Ella suspiró y se dejó caer en la cama.
-No me odies, amor.- dijo él.
-No te odio, tontito.- dijo ella forzando una sonrisa.- Se buenito y traeme mi inhalador.
Él se levantó rápidamente y lo buscó topándose con una pequeña cajita.
-¿Y esto?- preguntó acercándose con la cajita en una mano y el inhalador en la otra.
Ella tomó ambas y se quedó mirando la cajita.
Lo abrió y le mostró un par de aros.
-Eran de mamá. Los llevaba puestos cuando conoció a papá, cuando se casó con él, cuando nació Nicolás y cuando nací yo.
Él la besó dulcemente.
Los chicos se fueron después de un rato. Ella salió de la casa. No volvió al mediodía, no tenía hambre.
-¿Puedo hablar con vos?- le preguntó un hombre.
Ella asintió dudosa.
-Soy Steven Hooks, me mandaron a hacerte una pequeña oferta.
-Lo escucho.- dijo ella.
-Queremos que formes parte de una banda que estamos promocionando.
-No lo sé. Yo soy mas una artista callejera.
-Yo solo vengo a proponertelo. Es una banda muy famosa.
-¿Cuál?- preguntó ella curiosa.
-5sos.
A ella se le abrieron los ojos como platos.
-Tiene que estar de broma.
-No.- dijo él riendo. - En realidad creemos que a la banda le falta algo. Una chica.
-No lo sé.- dijo ella bajando la vista.
-Acá esta mi tarjeta. Pensalo.
Ella le sonrió y se despidió con la tarjeta en las manos.
Al llegar a la casa los chicos ya estaban ahí. Se dirigió al living e intentó hablar con Niall, Louis y Liam.
-Sofía, estamos ocupados.- gritó Louis golpeando la mesa.
Ella se levantó automáticamente y subió las escaleras. ¿Por qué le gritaba así? Ella sólo quería preguntar algo. Sin dejar salir las lágrimas fue al cuarto de Zayn.
-Zayn...- lo llamó ella y él le hizo una seña de que en ese momento no podía. Estaba al teléfono.
Ella salió y buscó a Harry.
-Harry.- dijo entrando en la habitación.
-Ahora no, amor, estoy escribiendo una canción. Es importante.
-Ya,- dijo ella dejando caer los brazos a los lados.- todos están ocupados, lo entiendo.
Ella salió de ahí con lágrimas en el rostro pero su novio no lo notó siquiera.
Llamó a Pedro pero él no le atendió, después a Martin pero tuvo la misma suerte. Entonces se tiró en la cama hecha un ovillo sintiéndose completamente ignorada.
Así pasaron los siguientes cinco días, nadie parecía verla y cuando lo hacían le decían que estaban muy ocupados.
-Steven.- dijo ella.
-¿Lo pensaste?- preguntó él alegre al otro lado de la línea.
-Quisiera conocer primero a los chicos.
-Me parece una buena idea. ¿Te parece que mañana cenen juntos en el restaurante frente a la plaza que nos conocimos?
-Si, buena idea. ¿A qué hora voy?
-A las ocho ellos van a estar ahí.
La chica se despidió y se quedó tocando el violín.
-¿Podrías parar?- gritó Louis entrando en la habitación.- Estoy tratando de hablar por teléfono.
Ella bajó el violín y lo guardó en el estuche.
A pesar de que eran las diez de la noche, salió de la casa y se sentó en una plaza. Empezó a tocar. Estaba triste y se notaba en su melodía, todos a su alrededor lo notaban y se preguntaban qué había pasado.
La chica volvió a la casa a las cuatro de la mañana muerta de frío y con los labios morados. Al entrar se encontró con todos sentados en la sala.
-¿Dónde estabas?- preguntó Harry.
-N-No lo pue-puedo cr-creer a-ahora existo.- dijo ella temblando.
Liam se acercó con una manta.
-Pu-puedo sola.- dijo ella y subió a la habitación.
Se metió a la ducha y dejó que el agua caliente se deslizara por su cuerpo mientras ella lloraba.
Al salir se puso un sweter largo que había pertenecido a su hermano. Se topó con los cinco chicos sentados en su cama. Ella quería taparse, tenía mucho frío.
-Salgan de acá.- dijo fría.
-No hasta que nos digas dónde estabas.- dijo Louis serio.
-Ya no importa.- dijo ella.
-Amor...-empezó Harry.
-¿Qué? -dijo ella desafiante.- Váyanse a una reunión y no me molesten.
-No es nuestra culpa tener mucho trabajo estos días.- se defendió Niall.
-No digo eso.- dijo ella y las lágrimas salían de sus ojos.- Sólo olvídense.
-¿Cómo queres que me olvide?- dijo Zayn acercándose.- Llegaste recién, helada, y ahora estás llorando. Quiero saber qué hice mal.
Ella miró el piso y luego se cubrió el rostro con ambas manos negando. Él la rodeó con sus brazos.
-Solo quería hablar con ustedes,- lloró.- quería preguntarles cómo había estado su día, si querían ayuda, si me ayudaban en algo pero solo gritaban, me hacían callar, hablaban por teléfono o estaban demasiado ocupados. Solo quería estar con ustedes.
Los cinco se quedaron paralizados. ¿Así la habían tratado?
-Solo... Dejenme sola.- pidió ella deshaciéndose de los brazos de Zayn.
Ella no los dejó decir nada mas y se quedó en su cama llorando mientras tiritaba de frío.
Al despertar tenía un paño húmedo en la cabeza. Miró confundida a su alrededor.
-Ya le esta bajando la fiebre.- escuchó decir a Liam.- No se preocupen.
La puerta se abrió y él entró en la habitación.
-Hola, bonita.- dijo él sentándose a su lado.
-Hola.- respondió ella fría.
-Ay, Sofi, perdoname por favor. No fui consciente. ¿Si? Ninguno de nosotros quiso hacerte mal.
-No lo sé.- dijo ella evitando su mirada.
-En serio lamentamos lo que hicimos.- dijo él y ella lo miró.
-Está bien, Liam.-dijo mas suave.
Él le acaricio el rostro. El celular de ella empezó a sonar. Lo tomó, era Steven.
-Hola.- dijo ella alegre.
-Hola, quería saber si lo de la noche sigue en pie.
-Claro que si. ¿Por qué no?
-Anoche te vieron por la madrugada en las calles. Pensé que estarías enferma ya que hoy nadie te vio.
-Dicen que la fiebre está bajando y yo me siento muy bien.
-Me gusta tu entusiasmo.- rió él. - Nos vemos hoy a la noche.
-A las ocho estoy allá.- dijo ella y cortó.
Liam la miró confundido pero no preguntó nada.
Ella estaba a punto de tomar una importante decisión y ellos no opinarían porque ellos no habían querido escucharla.
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Aun se puede caer mas bajo
FanficCuando uno se encuentra en el suelo descubre que aún hay subsuelos en los que puede derrumbarse.