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El teléfono de Liam sonó.
-Harry. ¿Dónde estás?- preguntó casi gritando.
-Larga historia. ¿Cómo está ella?
-La acaban de pasar a una habitación, en dos horas podemos pasar.
-Necesito estar ahí.- dijo Harry.
-Entonces vení.
-Ese es el problema.- dijo él. -Necesito que vengas y pagues la fianza.
-¡¿Qué? !- gritó -¿Estás en la cárcel?
-Por favor, Liam.- pidió Harry pero no se oía avergonzado o arrepentido en absoluto.
-En diez minutos estoy ahí.
Sin mediar mas palabra cortó.
-¿A dónde vas?- preguntó Louis.
-A sacar a Harry de la cárcel.
...
Sofía abrió sus ojos y, confundida, miró a su alrededor y se llevó la mano a la cabeza ante un fuerte dolor.
Las lágrimas salieron de sus ojos en el momento en que comenzó a desesperarse al no encontrar a nadie allí, tenía esa horrible sensación de que todo era una pesadilla. Se puso de pie y avanzó con paso lento sobre el piso frío mientras se abrazaba a ella misma por el frío que sentía. Desorientada y asustada de lo que pudiera haber detrás de la puerta, se ubicó en una de las esquinas de la habitación y abrazó sus piernas con fuerza, llorando a pesar del dolor.
-Harry.- susurró.- Liam, chicos..
Punzadas de dolor en su cabeza la hicieron soltar un quejido y la puerta se abrió.
-¿Qué haces ahí, nena?- preguntó el enfermero, dulcemente, acercándose. -Hace frío, volvé a la cama.
-¿Es otra pesadilla?- preguntó ella aterrada.
-No, linda. Ya estás despierta.- dijo el hombre y la ayudó a ponerse de pie.
-Me duele la cabeza.- sollozó.
-Tranquila,- dijo él sonriéndole.- es normal, ya se te va a pasar. Hay varias personas afuera que quieren verte.
-¿Estás seguro de que no es un sueño?- preguntó ella tan asustada que al hombre le dieron ganas de abrazarla.
-Te juro que estás despierta.
Ella se sintió un poco mejor. Él salió y, a los pocos segundos, cinco chicos entraron con rapidez.
Harry fue el primero en acercarse. La rodeó con sus brazos mientras lloraba.
-Estás bien.- susurró tomando el rostro de ella entre sus manos.- Estás bien, Dios mío.
Ella permanecía en silencio pero Harry veía el terror en sus ojos, ella tenía miedo.
-Me empujaron.- susurró, prácticamente, sin voz.- Alguien me empujó y caí en la calle.
Lo chicos guardaron silencio, incrédulos.
Harry la miraba a los ojos mientras barría con sus dedos las lágrimas en las mejillas de ella. Había tanto dolor y miedo en sus ojos que Harry cada vez se arrepentía menos de haber terminado en la cárcel por haber agredido físicamente a Steve.

Aun se puede caer mas bajoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora