Aun se puede caer mas bajo

16

Ella salió por la mañana para encontrarse así con los chicos y Steve.
-¿Qué hacemos acá?- preguntó Sofía.
-Estamos formando tu imagen, preciosa.
-Ella ya tiene su imagen.- dijo Michael.
-Vos, te callas.- dijo Steve, enojado.
El pánico se apoderó de ella. No soportaba la furia que estaba en los ojos de él.
-Ahora.- dijo fijando sus ojos verdes en ella.- Ellos van a hacerte compañía y él va a enseñarte lo que necesitas.
Steve se subió al auto y se fue pero a los pocos minutos regresó.
-Mejor ustedes vengan conmigo.- dijo señalando a los cuatro chicos.
Ellos miraron a Sofía con tristeza y subieron como él les indicó.
Ella estuvo todo el día aprendiendo a andar en moto.
-Aprendes rápido.- dijo el hombre que a penas había dicho algo en todo el tiempo que llevaban juntos allí.- Tengo órdenes de que te vayas en moto pero me parece arriesgado.
Ella asintió y él se fue en su propia moto cuando la noche llegó.
Buscó su teléfono pero no lo encontró.
-¿Dónde...? Oh, desgraciado.- gritó ella. Steve le había sacado el teléfono, ahora lo recordaba.
Tenía dos opciones, o se quedaba ahí hasta que alguien apareciera o volvía a casa en moto.
Tardó en decidirlo pero al final hizo sonar el motor. No había casco, iba a matarse.
Arrancó y empezó a andar. Trataba de concentrarse pero todo se le iba de la mente. La velocidad subía y ella había olvidado cuál era el freno. Empezó a alterarse y la respiración comenzó a fallarle.
Divisó la carretera llena de autos. Empezó a esquivarlos sin detenerse porque, simplemente, no podía. La moto iba por si sola y ella intentaba no caer mientras clavaba las uñas en la goma e intentaba respirar.

La puerta se abrió cerca de las tres de la mañana. Los cinco chicos estaban ahí para sermoneara pero al verla llegar con el brazo de Calum rodeándola por la cintura se quedaron mudos.
El chico la recostó en el sillón cuidadosamente.
-Va a estar bien.- dijo.- Ya la revisaron.
Le tendió a Liam la receta del médico.
-¿Qué pasó?- preguntó Zayn furioso.-¿Qué le hicieron?
-Tranquilo.- dijo Calum.- Fue Steve. La obligó a aprender a andar en moto. Los chicos... bueno. Están tratando hacer que el tipo entre en razón y se detenga.
-Apenas termine el contrato ella va a dejarlo.- dijo Louis.
-Lo sabemos,- dijo Calum.- no la dejen salir mañana.
El chico se encaminó a la salida.
-Gracias.- dijo Harry antes de que él pudiera salir.
El chico volteó dándole una sonrisa triste.
-Ah. Tomen.- dijo tendiéndoles el celular de ella.- Steve se lo sacó para que no pudiera llamarlos.
El chico se fue.
-Le agarró un ataque de asma mientras manejaba la moto sin casco. Se desmayó.- dijo Liam.
Niall estaba junto ella acariciándole el pelo.
-Hola, duende.- dijo ella abriendo los ojos y sonriendo.
-Hola, preciosa. ¿Cómo te sentís?
-Em... Bien.- dijo ella.
El chico le acarició la mejilla.
-Estás al tanto de que no quiero que sigas con esto. ¿Cierto?
Ella bajó la mirada triste.
-Yo tampoco estoy segura de querer seguir adelante.- susurró ella.
Niall se quedó con ella hablando un rato y después la llevó a su cama.
-¿Qué te duele?- preguntó Niall al verla hacer una mueca.
-Creo que... todo- suspiró ella dejando caer su cabeza hacia atrás.
Él rió.
-Mañana vamos a salir todos juntos,- dijo él.- así que te me recuperas, pequeña.
Ella sonrió.
-Mañana voy a estar como nueva.- sonrió ella y él le besó la mejilla.-¿Puede venir Harry? Sólo un ratito.
Él dudó pero terminó aceptando ante su puchero.
El ruloso apareció en la puerta de la habitación.
-Hey.- dijo a modo de saludo en voz baja apoyándose en el marco de la puerta.- ¿Cómo se siente mi latina?
-Destrozada.- dijo ella en un suspiro.
Él sonrió y avanzó hacia ella lentamente.
-Estás muy callado.- dijo ella.
-No me gusta verte así.- dijo él acariciándole la mejilla esquivando un rasguño causado por el golpe.- No entiendo por qué quieren cambiarte. Vos sos perfecta.
Ella le sonrió y le rozó la mejilla con la yema de sus dedos.
Entonces se sintió mal. Se sintió mal por haber vuelto a ignorar las comidas y vaciar su interior.
-No quiero que nada te pase.- susurró él con lágrimas en los ojos.
Ella intentó incorporarse pero no pudo y él se acercó.
La chica le secó las lágrimas rápidamente acariciando su mejilla.
-Nada va a pasar,- dijo ella.- solo tengo que aguantar dos meses.
Él guardó silencio con la vista gacha.
-Em...- dijo ella sabiendo que no podía incorporarse sin que le doliera todo.- Quiero besarte pero... es complicado.
Una risita escapó de los labios de él y rápidamente se acercó y la besó.
-Te amo, Harry.- susurró sobre sus labios.
-Te amo, latina.- dijo él del mismo modo y ambos sonrieron.
Él volvió a su habitación cuando Louis le pidió que la dejara descansar. Se acostó en su cama ya en boxers y escuchó el tono de un mensaje. Pero no era de su celular. Encontró el celular de ella.

"Sofi, acabo de ver lo que te pasó. ¿Estás bien? Necesito verte, por favor" Nash.

Harry no respondió.

"Se que estas ahí, bebé. Por favor" Nash.

"No podes ignorarme siempre. No podes olvidar lo nuestro así, de golpe" Nash.

"Si no me contestas voy a hablar con tu hermano para que te haga entrar en razón" Nash.

"Llevo dos años esperando para volver a verte. Ahora que estás en Londres me evitas. ¿Ya no me amas?" Nash.

Harry apagó el teléfono y lo dejó en la mesa de noche.
¿Quién demonios era Nash?