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Todoroki, Kirishima, Kaminari e Iida estaban afuera de la habitación en la que se encontraba Izuku, esperando que el rubio saliera.

Después de un rato la puerta se abrió dejando pasar a ambos chicos uno al lado del otro.

Debido a la intriga Todoroki se abalanzó sobre Midoriya y le dió un fuerte abrazo.

Todoroki: Está bien, estaba tan preocupado.

Iida: Todoroki lo vas a asfixiar.

Midoriya: Tranquilo Shoto-kun, estoy bien.

Kirishima: Qué tal te fue Bro?.

Bakugo: Las cosas se me complicaron un poco, pero llegamos a un acuerdo.

Kaminari: Cuál?.

Bakugo: No tengo que decirles lo que ahogó idiotas.

Todoroki: Cómo que acuerdo?. Midoriya. . .

Midoriya: Jejeje, hola.

Después de un buen rato Izuku y Katsuki les explicaron la situación, aunque realmente Todoroki no estaba muy convencido, conocía la actitud de Midoriya y sabía perfectamente que esté aveces era muy sensible y también terco.

Kirishima y Kaminari no estaban mejor, sabían cómo era su amigo y la paciencia y la calma no son una de sus virtudes, desde que recuerdan Katsuki jamás a cortejo a nadie y al no tener algo de manera inmediata hacía que perdiera el control y se enfureciera.

Pero que más se podía hacer, si ambos estaban de acuerdo no quedaba más que apoyarlos.

















Ya era muy tarde para poder viajar y el reino Bakugo quedaba un poco lejos, entonces decidieron quedarse en el castillo y se irían a primera hora mañana.

Izuku quería empacar algunas cosas y también despedirse de sus amigos del bosque, le aviso a Todoroki que regresaría pronto y este solo asintió.

Antes de salir Bakugo le ofreció acompañarlo pero Midoriya se negó, realmente quería tiempo a solas en el bosque antes de irse.

Se montó en su caballo y tomó rumbo a su casa. Bakugo no se quedó tranquilo de que el peliverde se fuera solo y que el estúpido del mitad y mitad no lo detuviera.

Katsuki dijo que se iría a dormir temprano y se metió en una de las habitaciones. Una vez dentro salió al balcón y con la ayuda de algunas sábanas hizo una cuerda y salió del palacio.

Aunque fuera algo exagerado debía asegurarse de que el pecoso estuviera bien.

















Izuku llegó a su pequeño hogar, dónde lo esperaban muchos animales en la puerta.

Conejo: Miren Izuku ya regresó.

Pájaro: Qué horas son estás de llegar muchachito.

Izuku: Lo siento mucho, es que tuve algunos contratiempos.

Venado: Está bien, lo importante es que ya estás aquí.

Ardilla: Izuku que vamos a cenar hoy?.

Izuku se quedó callado, lo había olvidado por completo. Una vez a la semana Izuku preparaba la cena para todos los animales del bosque.

Izuku: Bueno, . . . Amm . . . Es una sorpresa, así que esperen aquí y yo vuelvo enseguida.

Los animales asintieron a lo que dijo el peliverde y empezaron a hablar entre sí mientras esperaban a qué Izuku saliera.

Para la suerte del pecoso tenía más que suficiente para hacer un rica cena.

















Katsuki se sentía de lo más perdido, la oscuridad de la noche hacía que fuera más difícil avanzar.

Talvez no debió haber ido trás Izuku sin haber preguntado dónde queda su casa.

Pero ya no había vuelta atrás, debía ser un hombre y encontrar la casa del peliverde.

Después de estar un buen rato caminando un delicioso aroma inundo sus fosas nasales, olía con a carne y a condimentos, decidió seguir el aroma y dejar que este lo guiará.

A media que avanzaba el olor se hacía más fuerte, camino un poco más hasta que llegó a una pequeña cabaña, era pequeña y algo deteriorada, demasiado para su gusto.

Empezó a acercarse al lugar, tal vez ahí podrían darle indicaciones. Antes de llegar a la puerta se dió cuenta del montón de animales que había en la entrada.

Los animales al ver al individuo entraron en modo de defensa, se abalanzaron sobre el rubio y empezaron a morderlo y arañarlo.

El cenizo trato de quitarse a esas bolas de pelo de encima pero era imposible.

















Izuku estaba terminando de preparar la cena cuando escucho unos gruñidos seguidos de unos gritos.

Se alarmó de que algo malo le estuviera pasando a sus animales, tomó su espada y de una patada abrió la puerta.

Izuku: !!!Alto ahí!!!.

Los pequeños roedores que estaban mordiendo al rubio se detuvieron al ver al peliverde.

Cosa que Katsuki aprovechó para quitárselos de encima.

Izuku: Katsuki?.

Katsuki: ¿!Izuku¡?.



























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Buenos días, tardes o noches amantes de la lectura aquí estoy reportándome nuevamente.

Perdón por retrasarme en actualizar, es que tuve mucha tarea pero lo importante es que ya la termine y ya puedo seguir con esta historia que tanto les gusta.

Y bueno yo soy Mateo y me despido 🐼💙. Adiós.

"Esposa para el Rey"Donde viven las historias. Descúbrelo ahora