Luca Andillac ha despertado, regresando a ser heredero y portador de su corona, no todo será fácil para él, una nueva oscuridad lo rodea, una princesa empezará a odiarlo, pero ¿a qué costo?, una fuerte tensión crecerá en ellos.
Conan y Desmond segu...
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
LUCA
Me despierto en la oscuridad.
Doy un respiro largo solo para sentir que sigo aquí, que sigo vivo.
Salgo de la cama y me percato de que aún sigo con la camisa de la fiesta, la mancha verde sigue ahí mismo. Después de mi caída en el pasto yo solo me pare como pude una vez que los pensamientos de las personas dejaron de sonar en mi mente, fue como si yo mismo fui capaz de apagarlas, lo malo es que no sé cómo lo hice.
Me quito la camisa y la dejo colgada en la bañera donde voy directo a lavarme el rostro, necesito sentir un poco de agua fresca. Una vez que me vuelvo a poner otra camisa limpia ignorando mi reflejo en el espejo, me voy directo a la gran puerta de vidrio del otro lado del baño, la cual da hacia un jardín lleno de tréboles.
Camino descalzo tratando de poder conectar con la naturaleza, como sea que eso se haga, a lo lejos diviso una pequeña cabaña hecha de cristal, sus vitrales son de todos los colores haciendo que luzca más, velas mágicas la iluminan de verde y azul, no puedo ver que hay en su interior, pero es lindísima.
Oigo un chapoteo, me pongo en guardia pensando que puede ser algún animal, pez monstruoso o un oscuro, me rio de mi mismo con eso, ya que el único oscuro aquí soy yo.
La veo nadar a mi dirección, al principio me espanto creyendo que estoy alucinando e imaginando que Tetis es una sirena, aunque con facilidad ella podría fingir ser una. Lleva puesto un vestido corto color blanco que se le pega a la piel haciéndola ver más resplandeciente, desvío mi vista cuando ella sale a la superficie, no quiero ni siquiera verla.
—¿Qué tal si te hechizo con mi canto? —me dice de la nada y yo volteo a verla aun cuando dije que no lo haría, ella se ríe y ladea su cabeza—. Sería demasiado fácil, si fuera una sirena y tu un marinero ya te estaría llevando conmigo a las profundidades...
—¿Y qué me harías?- la cuestiono y ella alza una ceja pensativa
—¿Por qué no lo compruebas por ti mismo? —me hace una seña para que entre al agua
Ni loco. Me entra la vergüenza y el pánico de solo pensarlo. Me cruzo de brazos en sentido de abrazo, protegiéndome de ella y de sus ojos curiosos. Intento llamar a esa cosa que hizo que le leyera la mente, pero me retracto, jamás volvería a hacerlo, ni con ella, ni con nadie.
—¿No sería más fácil apuñalarme mientras duermo?
Ella se sorprende tanto que se ríe nerviosamente, bingo, la tengo, estará pensando como es que atine a su pensamiento de hace rato, Tetis sale un poco más a la superficie, su cabello deja caer gotitas de agua, no tengo idea porque lo hago, me agacho para estar a su altura, me ve con odio, un odio del que no se nada y del que espero no saber.
Tetis me acaricia la mejilla, su mano está fría y me alejo un poco al sentirlo.
—Déjame mostrarte cuanto he cambiado en todos estos años... —se vuelve a meter al agua, puedo sentir aun su tacto en mi mejilla—. Y tú, en cambio, me mostrarás aquello que ocultas.