Capítulo 28. Cortina de humo y sangre

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LUCA

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LUCA

Los pasillos del castillo están en silencio, los pocos guardias con los que choco me hacen una rápida reverencia y continúan su camino. A estas horas de la madrugada parece todo más tranquilo, como si los monstruos estuvieran descansando, como si ya no tuvieran fuerzas para atacar. Me siento aliviado, de poder estar caminando tranquilamente, sin preocuparme si algo siniestro este por detrás. No fue fácil ver a los reyes del reino Grana mutilados, cuando llegue a la escena fue todo muy caótico, Amelia estaba ahí, tirada a lado de sus padres, sus pechos se abrían de par en par, yacían sin vida... y sin corazón.

—Su alteza —Oigo una voz a mi costado, me detengo para mirar y encontrarme a un guardia, se ve tenso y nervioso, sus ojos dan al suelo—. Me han informado que han avistado un barco real procedente del reino Marisma, no tardará en llegar... el rey ya está aquí.

No le contesto inmediatamente, siento como mi magia oscura me hace cosquillas en mis manos, respiro hondo y asiento con la cabeza dándole una sonrisa.

—Gracias por informarnos —Mi hermano aparece detrás de mí, no viene solo, Conan está a su lado—. Diles a los demás guardias que se preparen para recibirlo... todos debieron extrañarlo —Eso último lo dice en tono sarcástico, me toma del hombro dándome palmaditas—. Su reino lo estaba esperando.

El guardia nos hace una reverencia y sale hacia otro pasillo a toda prisa. Desmond se voltea a decirle algo a Conan, que se rasca la nariz muy nervioso. Me sorprende como es que mi hermano creció en todo este tiempo y no solo en edad o estatura, sino en la capacidad que tiene para dar órdenes, para liderar, para hacer que la gente lo siga. Cuando lo miro puedo sentir el espíritu de mi madre en él, es su viva imagen.

—¿No vas a dormir un rato? —Me pregunta mi hermano empezando a caminar—. No hemos dormido nada desde ayer.

—No tengo sueño. Tenemos que prepararnos para asistir a la coronación de Amelia y con nuestro padre de regreso no será nada fácil.

—¿Creen que el padre de Tetis también vino? —Pregunta Conan desde atrás, su voz suena temblorosa como si se hubiera pensado demasiado si poder hablarnos o no

—No lo creo —Le respondo sin voltear a verlo—. El rey no podría dejar su reino en estas condiciones, él sabe lo que se avecina, se quedara en su reino para lo que sea que suceda.

—Debes de estar contento —Desmond me guiña el ojo

—¿De qué hablas? —Le pregunto alzando las cejas, mi hermano se encoge de hombros

De que Tetis esté aquí —Desmond me da una sonrisa y siento como mis mejillas poco a poco van ardiendo

—Si —Admito desabotonándome un botón de mi camiseta, siento que me está ahorcando—. Estoy feliz de que esté aquí.

CORONADO: EL HECHICERO OSCURODonde viven las historias. Descúbrelo ahora