Capítulo 1

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Nos encontrábamos dentro de una especie de caja que parecía una jaula, creo que íbamos hacia arriba. Un elevador.

—_____.

—¿Ben?

—¿Donde estamos? No veo nada. —se alarmó.— Está todo oscuro. 

—Tranquilo. Creo que es un elevador. —tomé su mano para calmarlo. Aunque en realidad, lo hacía para sentirme más segura, no iba a decir que tenía miedo. Ben era mi hermano, es lo único que recuerdo ademas de mi nombre.

El elevador continuó su ascenso, balanceándose. Pasó un largo rato. Ninguno de los dos dijo una palabra, sólo nos mantuvimos de la mano, protegidos. Supuse que había pasado media hora. El cubículo se detuvo con un crujido. Todo quedó en silencio, más del que había antes.

—¿Te sientes bien? —pregunté apretando un poco su mano. 

—Sí. Sólo un poco mareado. —confesó.

—De acuerdo. —asentí.— ¿Buscamos una salida? 

—Okey. —respondió, soltando mi mano. Me levanté y me acerqué a la reja más cercana. Comencé a tantear con mis manos, deseando que la salida no estuviera en el techo, porque de esa manera no llegaríamos. 

—Nada. —dije frustrada.— Gritemos, quizás alguien nos escuche. 

—Buena idea. —respondió mi hermano, comenzando a gritar segundos después.

—¡Ayuda! —bramé, repitiendo una y otra vez la misma palabra.

Ninguna respuesta ni movimiento. 

—¡Ayúdennos! —vociferó Ben.

De repente, un fuerte ruido metálico resonó sobre nuestras cabezas. Busqué a Ben en la oscuridad y me aferré a su brazo. Una línea de luz apareció a través del techo del ascensor y se fue expandiendo. Tras un chirrido penetrante vimos un par de puertas corredizas que se abrían con fuerza.

Miré hacia arriba y distinguí veinte o treinta cabezas de varones asomándose. Uno de los chicos arrojó una cuerda con un gran nudo en el extremo.

—Yo primero. —murmuré insegura, sólo porque no quería que Ben pensara que tenía miedo.

—No, no sabemos si son peligrosos, no quiero que te pase nada. Subiré yo.

—¿Seguro? —pregunté y asintió. 

Ben se aferró a la soga mientras lo alzaban mediante esta . Distinguí su voz confusa hablando con otro adolescente.

—Falta mi hermana. —destacó. 

—¿Que?¿De que estás hablando? —preguntó el chico al que no veía muy bien. Tenía un acento extraño.

—Mi hermana está ahí abajo. Vino conmigo. —dijo Ben con obviedad. 

—¿Una chica? —cuestionó otra vez el de acento peculiar.

—Sí, una chica. —respondió, cansado de la situación.— ¿La pueden subir, por favor?

—¡Bajen la cuerda! —esta vez habló otro chico, tenía la voz grave.

Arrojaron la soga e hice lo mismo que Ben. Admito que fue divertido. Varias manos me sujetaron de la ropa y los brazos sacándome del ascensor.

Cuando logré pararme, miré a mi alrededor, o bueno lo que pude mirar. Todos me rodeaban y me miraban como si fuera un alien. Todos varones, no había ninguna mujer.
Busqué a Ben con la mirada. Al encontrarlo, corrí hacia el y me sujeté fuerte de su brazo.

Se nos acercó un chico alto, era rubio de ojos café oscuro, tenía una belleza que destacaba. Y otro muchacho un poco más bajo, de piel oscura.

—¿Sus nombres? ¿Como se llaman? —preguntó el morocho.

—_____. —contesté con seguridad.— Él es Ben. ¿Donde estamos? ¿Soy la única chica aquí? ¿Porqué no recuerdo nada?

—Wow, hey, tranquila. —el rubio me tomó de los hombros y me dio una mirada tranquilizadora, me soltó y se dirigió a los demás.— ¡Oigan! ¡Dejen respirar a la chica! ¡Aléjense!

Todos los chicos se apartaron. 

Entonces pude observar el lugar. Nos encontrábamos en un patio gigante rodeado de cuatro muros de más de cien metros, con aberturas que conducían hacia unos pasadizos que se perdían a lo lejos.
Miré al grupo de chicos que antes me había rodeado, eran todos hombres, como mencioné antes. Habían de distintas edades, razas y alturas. Se hallaban sudorosos como si hubieran estado trabajando todo el día.

Me encontraba tan asombrada y confundida mirando mi alrededor, que no me di cuenta de que me estaban hablando.

—Larchos, bienvenidos al área. —aunció el morocho.


(...)


Hola chicas quiero que sepan que este es mi primer fanfic, así que si hay algún problema no duden en decírmelo. En multimedia Ben.

—Lahey


«The Beginning» Newt y tú (EDITANDO)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora