Capítulo 9

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—¡No!

—¡Sí!

—¡No!

—¡Sí!

—¡Dije que no, y punto!

—¡Tú no me mandas, Newt!

—¡¿Es que no entiendes?! ¡Tengo miedo de que algo te pase!

Cerré la boca y miré al chico, tenía la mirada en el piso y los puños apretados.

—¿Qué? —cuestioné confundida. 

—Tengo miedo de que te pase algo en el Laberinto. —murmuró y suspiró.

Flashback

Jeremy todavía no había llegado, le gané por cinco metros. Nick se me acercó aplaudiendo.

—_____, le acabas de ganar por cinco metros a Jeremy. Y es un corredor. —dijo impresionado.

—Debe estar cansado y no tiene fuerzas para correr. —respondí quitándole importancia, no me creía que le había ganado a un corredor.

—No, _____. Jeremy no fue al Laberinto hoy, eso es lo más rápido que corre. —me quedé callada, sin saber que decir.— Solo necesitamos ver como eres para recordar unos caminos y listo. Serás Corredora. 

—Espera, déjame pensarlo al menos. —pedí, aunque mi deseo era traspasar esas puertas gigantes.

—Okey. Analízalo bien, _____. No todos tienen la oportunidad de ser corredor. —comentó apoyando su mano derecha en mi hombro. Las puertas del Laberinto se comenzaron a cerrar.— Ya es tarde, ve a comer y luego a dormir. Necesitas hacer una decisión. —asentí con la cabeza.

Me dirigí a la bolsa de dormir y me acosté, no tenía hambre. 

Seré corredora. No tenía que pensarlo mucho. Desde que supe lo que era un corredor, esto llamó mi interés y atención. Luego de imaginarme mi primer día dentro del laberinto, me dormí profundamente.

(...)

Sentí que alguien me sacudía.

—_____._____. —llamaron. Abrí mis ojos y vi a Newt mirándome.— Vamos. Te tengo que mostrar algo. 

—Cinco minutos. —balbuceé. Cerré mis ojos y me acomodé otra vez. 

—No. Vamos. —me tomó del brazo y me levantó. Se dirigió a uno de los muros y lo seguí, todavía un poco dormida y arrastrando mis pies. 

Paramos enfrente de un muro y Newt corrió un poco las enredaderas, dejando ver una ventana.

—¿Para esto me trajiste? ¿Una ventana? —pregunté desconcertada y me froté los ojos bostezando. Ni siquiera eran las siete de la mañana, todavía estaba todo oscuro, y los habitantes dormían.

—Shh. Espera.

Escuché un ruido metálico y un sonido desgarrador. Miré por la pequeña ventana y un bicho viscoso lleno de púas y cuchillas, apareció por uno de los pasillos. Di dos pasos hacia atrás.

—Eso, es un penitente. Viven en el Laberinto y solo aparecen en la noche. Muy pocas veces de día. —explicó. Me senté contra el muro, eran los monstruos de los que me había hablado el primer día.

—No me pienso mover de aquí. —murmuré mordiendo la uña de mi dedo pulgar. 

—Vamos a comer algo, ¿quieres? —intentó animarme.

—No. Ya te dije que no me pienso mover. 

Los brazos de Newt me tomaron de la cintura y me subió a su hombro como una bolsa de papas.

«The Beginning» Newt y tú (EDITANDO)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora