Capítulo 20

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Luego de tomarme una ducha, fui a comer.

—¡Sartén! ¡Comida! —grité y me senté en una mesa.

—¡No grites! —apareció con un pedazo de tocino y puré de papas.

—Gracias. —le di un mordisco al tocino y lo saboreé.— Dios amo esta comida. Te amo, Sartén.

—¿Me estás engañando? —Newt apareció con el pelo mojado.

—Sí. Con el tocino. —dije masticando. Newt rió y me dio un beso en la mejilla. Sartén nos miró con cara de asco y se fue. Terminé mi comida bajo la mirada de Newt.— Listo. Está todo en mi pancita. —Newt rió y me besó en los labios.

—¡_____! ¡Prometiste que nunca ibas a besarte con Newt delante mío! —gritó Jeremy. Me separé y lo miré.

—Lo siento. No pasará otra vez. —prometí. Jeremy negó con la cabeza y puso una cara de asco. Cuando desapareció de nuestra vista, Newt se acercó a mi oído y susurró.

—Podemos ir al bosque. —lo empujé y reí.

—Tengo sueño, adiós. —me levanté de la mesa y comencé a caminar hacia mi bolsa de dormir. Miré detrás mío y vi que Newt me estaba siguiendo. Caminé más rápido y él también. Oh, ya sé qué es lo que quiere. Nunca. Corrí y me adentré al bosque.

—¡Shuck! —maldijo y reí porque nunca se esperó que yo salga corriendo. Cuando estuve lo suficientemente lejos, me subí a un árbol. Luego de unos segundos, Newt apareció. Me quedé quieta en mi lugar y traté de no reír. Newt siguió corriendo y suspiré. Bajé del árbol y corrí a mi bolsa de dormir. Se va a volver loco, creerá que me comió una ardilla o algo así. Reí para mi misma y me acosté. Esperé unos diez minutos y vi como Newt salía del bosque, totalmente desesperado, mirando en todas las direcciones posibles, hasta que conectó sus ojos con los míos. Pude ver como suspiraba de alivio y luego fruncía el sueño. Comenzó a acercarse, enojado. No me da miedo. Newt enojado es más tierno que un gatito recién nacido. Tapé mi cara con mis manos y lo evité.— ¿Dónde plopus te metiste, _____? —retiré mis manos de mi rostro, lo miré y me hice la sorprendida.

—¡Newt! No te había visto. —me hice la inocente y él puso sus manos en su cadera.

—Oh, que coincidencia, yo tampoco te vi. Te busqué por todo el maldito bosque, _____. Casi me da un infarto.

—Eres muy exagerado, Newt. Solo me subí a un árbol y luego vine aquí.

—¡¿Te subiste a un árbol otra vez?! —gritó. Se tomó el puente de la nariz y negó con la cabeza.— Casi mueres la última vez que te subiste a uno.

—Pero tuve cuidado.

—¿Acaso no entiendes, _____? ¡Si te pasa algo nunca me lo voy a perdonar! Eres todo lo que tengo. —me levanté y lo abracé.

—Lo siento. —se apartó enojado y desordenó su cabello con sus manos.

—¿Sabes qué? No importa. Buenas noches, _____. —se despidió. Se dio vuelta y se dirigió a la cocina. ¿Pero qué le pasa ahora? Ignoré su comportamiento y me acosté otra vez. Cerré mis ojos y me dormí.

(...)

—¡_____! Tenemos que irnos. —abrí mis ojos y vi los celestes de Jeremy. Shuck. Tengo que correr.

—Buenos días, Jeremy. —saludé. Me levanté y sujeté mi cabello como siempre lo hacía para ir al Laberinto.

—Vamos, estamos llegando tarde.

—¿Qué hora es? —bostecé y miré mi reloj.

10.30

Abrí mi boca y miré a Jeremy, jamás se había levantado tarde. Observé que se rascaba el cuello frenéticamente, como si tuviera una picazón.

—¡Lo sé! Pero por alguna extraña razón, me quedé dormido. Siempre me levanto temprano, pero hoy no. —tomé mi mochila y corrí a la cocina. Tomé comida, agua y lo puse en la mochila.

—¿_____? ¿Qué haces aquí? —ignoré a Sartén y corrí a la puerta del Laberinto, donde Jeremy me esperaba.

—Vamos. —entramos al Laberinto e hicimos lo mismo que hacemos todos los días. Correr, anotar, buscar una salida, no encontrar una salida, volver sin nada al Área. Cuando regresamos, busqué a Newt. Lo encontré de espaldas, estaba tomando agua, acababa de volver del Laberinto. Lo abracé por detrás y apoyé mi cabeza en su espalda.

—¿Sigues enojado? —suspiró, se dio vuelta y me miró.

—Mmm... no. —sonrió, yo seguía abrazándolo. Tomó mis brazos, los pasó alrededor de su cuello y me sujetó de la cintura.— Pero no te perdono.

—Hago lo que quieras. —hice un puchero y su sonrisa creció más.— Lo que quieras, pero que no sea pervertido. —bufó y levanté una ceja.— ¿Pensabas hacer algo pervertido?

—Pf. No... ¿Podemos seguir con lo de ayer?

—Dije que nada pervertido. —lo señalé con el dedo. Pensó un poco.

—Está bien. Prométeme algo. —asentí.— No arriesgarás más tu vida.

—Newt. Entro al Laberinto todos los días, es imposible no arriesgarme. —suspiró.— Pero no te preocupes, Jeremy me cuida.

—No quiero que Jeremy te cuide. Yo te quiero cuidar.

—Voy a morir de ternura, detente.

—Alby nos está matando con la mirada. —miró detrás mío y rió. ¿Quieres ir al bosque para tener más privacidad? —asentí y nos dirigimos al bosque. Una vez alejados de todos, apoyé mi espalda en un árbol y Newt se acercó a mi. Me acorraló y selló nuestros labios en un beso profundo. Cuando nos separamos para respirar, el rubio se acercó otra vez para besarme, pero lo detuve.

—Tenemos que aclarar el tema del que estábamos hablando. —Newt alzó los hombros, restándole importancia.

—Creo que ya lo dejamos claro. Bésame. —reí.

—Newt. Quiero ser tu compañera. —me miró confundido y rodé los ojos.— En el Laberinto.

—Ohh... ¿es una broma verdad? Odio que me ilusiones, _____. —negué con la cabeza.

—No es una broma, Newt. —dije con semblante serio. Él sonrió.

—Mañana empiezas a correr conmigo. —tomé su cara con mis manos y lo acerqué a mi. Le di un beso en la comisura de los labios y salí corriendo al Área.— ¡_____! —gritó y reí. Newt me alcanzó y me abrazó.— Deja de escaparte.

—Nop. —rió y le di un beso en la mejilla.— Tengo hambre.

—Voy a buscar comida. —avisó. Me soltó y fue corriendo a la cocina. Escuché un estruendo, las puertas se están por cerrar.

—¡_____! ¡Corre! —gritó alguien. Me di vuelta y miré a Jeremy confundida. Tenía los puños cerrados y los ojos llorosos.

—¿Jeremy? ¿Estás bien? —pregunté asustada. Jeremy me sujetó de los brazos y me empujó hacia el Laberinto.— ¿¡Que haces!? ¡Las puertas se están por cerrar! ¡Jeremy! —grité y miré las puertas, faltaban tres metros para que se cierren.

—Lo siento, _____. No soy yo. Juro que no estoy haciendo esto. —Jeremy lloraba, pero seguía sujetándome mientras las puertas se cerraban. Miré hacia el Área y comencé a gritar por ayuda. 

—¡_____! ¡No! ¡Suéltala! —bramó Newt. Corría en nuestra dirección, con toda la velocidad que podía.— ¡_____! —gritó mi nombre otra vez. Cinco metros. Un metro. Intenté que Jeremy me soltara, pero me sostenía muy fuerte. Comencé a llorar, y cuando Newt estaba cerca, las puertas se cerraron. Lo último que escuché fue el grito desgarrador de mi rubio, gritando mi nombre.

(...)

Hola chicas!

Quiero decirles que falta poco para que termine la novela, no sé cuántos capítulos. Tengo pensado hacer otra temporada, cuando llega Thomas. Sería el primer libro, o sea Correr o Morir. 

Comenten si quieren otra temporada!

—Lahey.

«The Beginning» Newt y tú (EDITANDO)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora