Capítulo 19

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—¡Oye! ¡Devuélveme eso! —grité. Gally me sacó el gorro y comenzó a correr.— ¡Gally! —comencé a correrlo y cuando lo alcancé, me paré de puntitas porque había estirado el brazo y estaba muy alto. Estiré mi mano e intenté arrebatárselo.

—______ dijo que le devuelvas el gorro, Gally. —Newt se nos acercó y tomó el gorro, luego me lo dio. El rubio estaba cada vez más atractivo. Me gusta desde el día que lo conocí. Pero nunca me va a prestar atención.

—Solo estábamos jugando. Aguafiestas. —bufó Gally y comenzó a caminar en dirección contraria. Newt quiso seguirlo, pero lo detuve.

—Está bien, Newt. Gracias. —me sonrió.

—No es nada. Haría cualquier cosa por ti. —tomó el gorro y me lo puso. Me sonrojé y él rió.— Ven. —extendió su mano y la tomé. Un escalofrío recorrió mi espalda. Esto me pasa solo con Newt. Podría hacerlo tranquilamente con Minho, y no me daría escalofríos.— Quiero mostrarte algo. —asentí y él sonrió. Me llevó hasta una puerta que nunca había cruzado, porque no me dejan. Extendió su mano para abrir la puerta, pero lo detuve.

—No, Newt. Tengo prohibido cruzar esa puerta. —dije intentando volver.

—Yo también lo tengo prohibido. No pasa nada. —me tranquilizó pero yo tiré de su manga para irnos.

—Newt...

—Vamos, antes de que nos llamen para ir a nuestras habitaciones. —se quejó. Newt hizo un puchero y me derretí.

—Está bien. —me rendí. Sonrió y abrió la puerta. Una ola de calor me voló el cabello. Era como un parque. ¿Porqué no nos traen aquí?

—Ven. —nos dirigimos al centro del parque y se sacó el abrigo, adentro hay aire acondicionado, por eso nos abrigamos. Lo puso en el césped y se recostó en él. Hice lo mismo y me recosté a su lado.— Mira. —señaló el cielo y pude ver que estaba repleto de estrellas. Dios, hace como diez años que no veo el cielo, hace como diez años que no salgo del edificio.

—Wow... es hermoso. —dije impresionada. Nos quedamos diez minutos mirando el cielo y me comenzó a dar calor.— Me estoy muriendo de calor, pero no quiero volver. Quiero quedarme aquí.

—Podemos volver mañana.

—¿De verdad? —pregunté emocionada.

—Claro. —lo abracé y le agradecí. Luego me paré y junté mi abrigo, me lo puse y Newt hizo lo mismo. Cuando iba a cruzar la puerta, me detuvo y me dio vuelta. Me tomó la cara con sus manos y me besó. Primero me sorprendí, no sabía como reaccionar, nunca había besado a nadie. Pero moví mis labios e hice lo que mi poco conocimiento me permitía. Nos separamos y respiré.— ¿E-Es la primera vez que besas a un chico? —asentí con las mejillas sonrosadas.— Lo haces muy bien. —reí y acercó su cara otra vez, atrapó mis labios con los suyos y los movió. Sin duda esta es la mejor noche de mi vida.

Abrí mis ojos y miré a mi alrededor. Estaba en una de las habitaciones de la Finca. Newt dormía en una silla al lado de mi cama. Estiré mi brazo y lo toqué.

—Newt. Newt. —llamé. Abrió sus ojos y me sonrió.

—¿Estás bien?

—Sí, eso creo. ¿Cuánto tiempo estuve dormida?

—Dos semanas. —respondió seriamente.

—¿¡Dos semanas!? —grité. Newt comenzó a reír y negaba con la cabeza.

—Es una broma, _____. Estuviste unas cinco horas dormida. —suspiré y le pegué en la cabeza. Rió.— Me encanta molestarte.

—Eres un cara de plopus. —insulté.

—Pero esta cara de plopus te encanta. —sonrió seductivamente. Y aquí lo empiezo a molestar.

—Todavía lo estoy pensando, porque Jeremy está buenísimo. Creo que es una mejor opción que tú. —Newt frunció el ceño y se cruzó de brazos.— Es broma, Newt. —me ignoró y se dio vuelta.— Newt. —Seguía ignorándome.— Como quieras. Ahora no te voy a dar tu premio por salvarme la vida. —el rubio me miró y sonrió.

—Me haces perder el orgullo. —confesó y reí. Lo miré y contemplé su belleza. Mis hormonas se estaban volviendo locas. Querían más de un beso. Cerré los ojos e intenté controlarme. No puedo controlarme. A la mierda todo. Me levanté y me senté en su regazo.— ¿Q-que haces, _____?

—No hables. —ordené. Lo tomé de la barbilla y acerqué su rostro al mío. Junté nuestros labios y los moví. Newt no reaccionaba, así que tomé sus manos y las puse en mi espalda. Me sujetó y comenzó a mover sus labios. Pasó su lengua por mi labio inferior, pidiendo permiso para pasar. Se lo permití y tuvimos una guerra de lenguas. Pasé mis manos debajo de su camisa y toqué su pecho. Newt separó nuestras bocas y respiró acelerado. Me miró de arriba a abajo y yo miré sus ojos. Nunca los había visto tan oscuros. Atrapó mi boca otra vez y pasó sus manos por debajo de mi camisa. Subía y bajaba sus manos por mi espalda. Hizo un camino de besos, por mi boca, el mentón, el cuello y la clavícula. Subió otra vez hasta el cuello y daba pequeños besos ahí. No resistí y junté nuestras bocas otra vez.

—¡Oh, Dios! ¡Quiero que un penitente me mate para sacarme esa maldita imagen de mi cabeza! —gritó alguien. Me separé rápidamente de Newt y acomodé mi camisa. Minho se tapaba los ojos y maldecía.— ¡¿Ya terminaron?! Mejor me voy, Dios, que asco. Me dejaron traumado. —Minho se fue y cerré la puerta. Me tapé la cara con las manos y me sonrojé.

—Bueno... ya se fue. —mencionó Newt. Puso una cara pervertida y reí.

—No me lo recuerdes.

—Podemos seguir si quieres. —propuso acercándose a mi rostro.

—¿Que? ¡No! —negué sonrojada. Newt reía.

—Nunca imaginé que podías ser tan... que palabra usar... sexy y pervertida. ¿Que habría pasado si Minho no hubiera aparecido?

—No lo sé. —nos miramos y reímos.

—Luego voy a hablar con ese chino sobre golpear la puerta antes de entrar. —se levantó y me di cuenta de como había dejado a su amigo. Tapé mis ojos con mis manos.

—¡Newt! —grité.

—No es mi culpa. Tú lo provocaste. ¿Cómo se supone que voy a esconder esto? Tengo que llegar hasta el baño sin que nadie se de cuenta. —reí.

—Yo también me voy a bañar. —me acerqué y le di un beso en la mejilla.— Olvida lo que pasó.

—Claro que no. Fue asombroso. —dijo sonriendo y pensando en eso seguramente.

—No se lo cuentes a nadie. Te hablo en serio. —lo acusé con mi dedo. Me tomó de la cintura y me acercó.

—Esto no se queda así. —susurró en mi oído. Le di un beso rápido y salí de la habitación.

Tengo que aprender a controlar mis hormonas.

(...)



«The Beginning» Newt y tú (EDITANDO)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora