Capitulo 2

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Cuando entré al aula de clases, como de costumbre, todos me quedaban viendo como si fuera la persona más extraña y horrible de toda la faz de la tierra.

Pude sentir la mirada de un chico con cabello de color rubio oscuro y sus ojos color verde, un verde tan impresionante que parecían lentes de contacto, me quedé congelada cuando su mirada y la mía se encontraron. De inmediato salí de esa burbuja en la que estaba al escuchar la voz de Sophie.

-Hey Bella, ¿estás? Oye, siéntate aquí tonta- dice sacudiendo su mano.

Luego de esto le obedecí y me senté a su lado, aún estaba pensando en ese momento cuando la mirada de ese chico (al cual no conozco) y la mía, se encontraron. Sentí como mi corazón latía a mil por hora, si no supiera que eso es lógicamente imposible, diría que se me iba a salir del pecho, aunque en realidad eso es una hipérbole, pero dejémoslo así.

Unos minutos después de esa escena digna de película, mi voz mental (que es como mi jefa) me dijo: Bella Oliver, ni se te ocurra ilusionarte con este chico, ¡ni siquiera lo conoces!, además, no sabes si solo te quedaba viendo porque ha escuchado que supuestamente eres una chica rara y patética.

Después de esta charla (o mejor dicho pelea) mental conmigo misma, dejé de pensar en aquel chico, le puse atención a la clase porque teníamos examen de esta, el cual valía la mitad de la calificación; mientras el profesor explicaba escuché que Sophie me susurró:

-Oye ví como tú y Chris se miraban, ¿acaso te gusta?- pregunta alzando ambas cejas.

Después de esto que me dijo ella me pregunté a mi misma: ¿Chris?, es un nombre perfecto para un chico tan guapo.

Bella Oliver, ¿qué te dije con respecto a ese chico?- pensé.

Me dí una cachetada mental y luego le respondí.

-No, no me gusta- creo ¿Qué?- solo me quedaba viendo así porque todos también lo hacían, ¿cómo dijiste que se llamaba?

¡¿Para qué quieres saberlo?!

-Se llama Chris, Christian Jones, él es el capitán del equipo de fútbol americano del instituto, está soltero- respondió Sophie con un poco de picardía

-Oh okey, no lo sabía- digo un poco extrañada ante ese momento incómodo para mí.

[...]

Pasó la clase de profesor Abrahams y ya era hora del almuerzo, todos estaban en la cafetería, yo casi no tenía hambre pero fuí porque Sophie si tenía hambre y porque quería ver al chico del cual ella estaba enamorada y que casualmente también está en el equipo de fútbol americano.

Yo busqué una mesa en donde sentarme y saqué de mi mochila el libro que estaba leyendo ayer. Se trata de Orgullo y prejuicio de Jane Austen. Los libros de esta escritora me han cautivado, ya he leído Emma y Sentido y sensibilidad. Compraría todos sus libros si pudiera.

Mr. Darcy me tiene encantada, si pudiera sacarlo del libro, no dudaría en hacerlo.

Al poco rato de sentarme llegó Sophie con una bandeja llena de comida. Era demasiada, hasta llegué a pensar que íbamos a compartir entre las dos.

-Estem... ¿te piensas comer todo eso tú sola?-le pregunto entre asombrada y divertida.

-Si, te dije que tenía hambre, ¿acaso pensaste que era mentira?- ríe. A mí se me hizo inevitable reír también porque Sophie se veía tan delicada, pero se podía comer una bandeja llena de comida ella sola.

Mientras me reía desvíe mi mirada hacia algún lugar de la cafetería y pude ver aquel chico otra vez cuyo nombre era Christian, estaba con sus amigos del equipo de fútbol, estaba riendo con ellos, y... joder, si que tiene una linda sonrisa.

¡No tiene linda sonrisa! ¡No debería gustarte su sonrisa!

Rayos, aún sigo viéndolo.

Aparté mi mirada tan rápido como pude de él cuando volteó y se dió cuenta de cómo lo miraba. Pasó no menos de un minuto y voltee de nuevo hacia el lugar donde se encontraba el chico, pude notar que me estaba mirando fijamente. En un acto que me sorprendió, Christian me sonrió y sentí mis mejillas arder, no pude seguir mirándolo porque se daría cuenta que me había sonrojado solo por él mirarme.

Pasaron 5 minutos y ya mi cara se había normalizado, mi dulce pero imprudente amiga se había dado cuenta de esto y chilló.

-¡Te he visto!, ¡ví como te sonrojaste cuando Christian te miró!, ¿ya ves que te gusta?, admitelo, ¡te gusta, te gusta!

No pude evitar sonrojarme de nuevo al oír eso.

-Él no me gusta, solo me parece lindo y ya, eso no significa que me guste- Fué lo único que pude decir ante tal situación.

¡¿Te parece lindo?!

-Si claro Bella- dijo con los ojos entrecerrados-. Así era yo con Jack, al principio me parecía lindo, demasiado atractivo. Un día él comenzó a notar mi existencia, comenzó a saludarme como un buen amigo haría y un día me dedicó la sonrisa más linda y sincera que he podido ver en esta vida. Desde ese momento me dí cuenta que estaba total y profundamente enamorada de él, me he estado esforzando estas últimas semanas para que él se fije más en mi, pero no sé si está funcionando.

-Vaya Sophie, de verdad... no sabía eso- digo sin salir de mi asombro.-Pero sigo manteniendo las palabras que dije hace un rato, solo me parece lindo y ya- concluí con un tono serio y firme.

-Bueno está bien, si tú lo dices- dijo no muy convencida de mis palabras.

-Bueno creo que deberíamos irnos, ya casi se acaba la hora del almuerzo y tenemos clases con la profesora Castillo, la profesora de literatura, y recuerda que ella es muy estricta con respecto al horario de clases- digo un poco preocupada.

-Si, es cierto. Espera a que termine de comer y nos vamos- dijo con las mejillas llenas de comida.

No pude evitar reírme ante tal escena, porque se veía tan graciosa pero a la vez adorable. Le tomé una foto sin que se diera cuenta.

-Bueno, ahora sí vamos, ya estoy lista- dijo levantándose de la mesa.

-Al fin- digo con un poco de fastidio.

Ya casi todos se habían ido, eran pocas las personas que aún seguían en la cafetería; me detuve un momento para atar las agujetas de mi zapato.

-¿No y que estabas muy apurada por llegar a tu clase?- preguntó Sophie con los ojos entrecerrados.

-Si, si. Ya terminé tonta, cálmate- dije burlona.

Cuando terminé Sophie y yo nos dirigimos a clases, a los segundos Sophie chilló muy bajo y se volvió un poco... loca, bueno más de lo que ya es.

-Oye, ahí viene Jack, dime cómo luzco, ¿estoy bien así?, ¿estoy despeinada?, dime algo por Dios- dice alterada.

-Joder Sophie, luces perfecta así tal cual como estás, por Dios, es solo un chico cálmate- le dije en un tono serio pero a la vez divertido.

-Okey, espero que no me estés mintiendo Bella porque si no te las verás conmigo- dice en un tono divertido pero a la vez amenazador.

Cuando apresuramos un poco más el paso Jack estaba más cerca, pude notar que venía con alguien más. Demonios, ¿acaso ese era Christian?- me pregunté a mi misma- no lo podía decir en voz alta porque después Sophie empezaría con sus cosas locas.

Nos acercabamos cada vez más y cuando al fin nos encontramos todos cara a cara, Jack saludó a Sophie y ellos entablaron una corta conversación allí.

Al momento de irnos ellos dos se despidieron, cuando ví a Christian el me guiñó el ojo y me sonrió, no pude evitar sonrojarme y soltar una breve sonrisa, gracias a Dios Sophie no se dió cuenta porque sino ya hubiera armado una escena de película donde Christian y yo nos enamorabamos y probablemente nos casaríamos.

Si, así de loca es mi mejor amiga.

Rechazada ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora