Capitulo 6

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Bella:

Christian iba conduciendo, pero esta vez no había un silencio incómodo entre nosotros, íbamos hablando agradablemente, cosa que nos extrañó a ambos porqué siempre que estábamos cerca había un silencio notablemente incómodo y abrumador.

Como una niña de diez años observaba el cielo a través de la ventana del auto, la noche estaba clara, y el cielo estrellado, siempre me ha gustado la astronomía, las constelaciones todo con lo que tuviera que ver el cielo, era tan hermoso, pero algunas veces podía ser caótico.

Llegamos a un restaurante, yo no estaba vestida para este tipo de lugar, pero luego me calmé porqué Christian estaba vestido casual igual que yo. Cuando entramos él le dijo a una chica que tenía una reservación, ¿en que momento hizo eso?

—Bienvenido señor Jones— dijo con una amable sonrisa.

La amable chica nos guío hacia la mesa y nos sentamos. Estábamos frente a frente, no podía verlo porque sabía que me iba a sonrojar, con el pasar de los minutos solo bebía agua y más agua, eso es lo que hago cuando estoy nerviosa.

—Si sigues así vas terminar corriendo de la mesa para ir al baño— dijo Christian mirándome con una expresión divertida.

—No... es solo que...—no sabía que decir.

—Estas nerviosa— afirmó.

¿Se me notaba mucho que lo estaba?

—Bueno un poco, pero...

—No importa Bella, con que estés aquí conmigo me hace sentir bien— dice regalandome una dulce sonrisa.

No sabía que responder, pero cuando estaba a punto de decir algo llegó el mesero.

Gracias mesero, quizás habría dicho algo incoherente y tú me salvaste— pensé.

—Buenas noches, jóvenes, aquí están los menús para que elijan qué comer, vuelvo en unos minutos para que decidan qué ordenar— dijo regalandonos una sonrisa para luego irse.

—¿Qué vas a pedir Bella?— pregunta Christian leyendo el menú.

—Mmm, no lo sé, nunca he probado ninguno de los platillos que están aquí, o bueno, si, solo la langosta, creo que eso pediré— digo con un poco de pena.

—Yo pediré lo mismo que tú— dijo sonriéndome.

Al poco rato llegó el mesero con una botella de vino blanco y dos copas, recogió nuestra orden y se marchó de nuevo. Christian virtió el líquido en ambas copas y me pasó una.

Yo solo veía como Christian tomaba un sorbo de su copa y luego bajé la mirada hacia donde estaba la mía. Nunca había probado vino, jamás he consumido alcohol. Las personas de mi edad (bueno algunas) suelen embriagarse en las fiestas y al día siguiente andar con resaca. Pero yo en mi vida voy a hacer eso. Quizás si pruebe el alcohol, pero eso de embriagarse no va conmigo.

—¿Qué pasa?— pregunta Chris ladeando la cabeza.

—Es que... yo, yo nunca he probado esto— digo alzando la copa de vino—. No me llama la atención.

—Oh. Si no lo quieres solo déjalo ahí, yo te entiendo, así era yo, nunca lo había probado, cuando lo probé por primera vez, que de hecho fué el año pasado, me gustó, pero es algo que se bebe en pocas cantidades, el vino contiene alcohol y puede llegar a embriagarte— dice soltando un a pequeña risa.

Se me hizo inevitable no soltar un risa también, mientras reía Christian me observaba.

—¿Qué— pregunto arqueando una ceja.

Rechazada ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora