Capítulo 27

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Daniel:

Abrí mis ojos con detenimiento y viendo lo que estaba a mi alrededor, era como si estuviese despertando de un profundo sueño. Miré mi alrededor y supe algo: tuvimos un accidente. El auto estaba volcado.

Sentía unas leves punzadas en mi cabeza, no era nada grave, era como un pequeño dolor de cabeza que no dolía, solo fastidiaba.

—¿Daniel? ¡Daniel!— dice Claire.

—Claire, tranquila estoy aquí— digo poniendo mi mano sobre la suya.

—¿Q-qué pasó?— preguntó casi en shock.

—El auto se volcó, salgamos por la puerta— dije quitándole el cinturón de seguridad.

Patee la puerta un par de veces porque estaba atascada y pude abrirla.

Claire y yo salimos y cuando mis piernas tocaron el suelo, una de ellas me dolió.

—Agh— me quejé.

—¿Daniel qué pasa?— preguntó Claire con la notable preocupación en su rostro.

—No es nada, solo…— me volví a quejar—, me duele un poco la pierna.

—Sientate en la carretera— dice.

Hice lo que me dijo.

Miré el auto de Christian y estaba destrozado, todo el impacto lo recibió en la parte de adelante. Solo en ese momento caí en cuenta.

—Bella— dije— Bella sigue ahí dentro, debo sacarla, ¡Bella!— dije levantándome.

—Tranquilizate Daniel por favor— dice Claire con lágrimas en sus ojos.

Corrí hacía el auto, a mis oídos llegó un sonido y a mí vista dos colores: rojo y azul. La ambulancia. Bomberos. Policías

Claire corrió hacia donde estaba yo y me abrazó.

La ambulancia llegó a donde estábamos nosotros junto con los bomberos y algunos policías.

—Jóven, venga conmigo— dice guiandome hacia donde debía ir.

—¡No…! Mi... ¡Mi amiga está ahí adentro con su novio! Por favor saquenla, por favor— supliqué.

—Los bomberos se encargarán de eso, venga usted conmigo para hacerle un chequeo rápido— dice el paramédico calmadamente.

A la fuerza tuve que ir a donde me indicó el paramédico que fuera.

A Claire y a mí nos hicieron unas pruebas y Claire tenía una leve contusión, la recostaron en una camilla, y mi pierna tenía una fractura leve, por eso me dolía cuando caminaba. Si seguía caminando me hubiera roto el hueso.

—Ustedes sobrevivieron gracias al cinturón de seguridad y a que estaban en los asientos de pasajeros, porque sino...

—¿Qué rayos está diciendo? ¿Qué pasó con mis dos amigos que iban en la parte de adelante? ¡Responda!— exclamé preocupado.

—Cálmese por favor. Sus amigos están vivos, pero la chica fue la que más daño recibió, debido a que casi todo el impacto lo recibió del lado derecho del auto.

—¿Qué?— dije con los ojos llorosos—. No, no, no, esto... esto no puede ser...

—Tenga calma, estoy seguro de que sus amigos saldrán de esto. Debería de sentirse aliviado de que usted y la otra chica aún siguen con vida— dice alejándose de mí.

Me senté de nuevo en la orilla de la ambulancia y un policía se dirigió a mí.

—Buenas noches jóven, lamento lo que le pasó, pero quisiera hacerle unas preguntas— dice sacando una pequeña libreta y un bolígrafo.

Rechazada ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora