3 semanas después...
Bella:
Estábamos Christian y yo sentados en la sala viendo una película. Habíamos terminado de cenar y estábamos tranquilos, me dolía un poco la cabeza y Christian estaba más preocupado que yo.
—¿Aún te duele?— pregunta.
—Solo es un dolor leve cariño, no es importante— besé su mejilla—, gracias por preocuparte.
—¿Segura?
—Si, Chris, de verdad.
—Bien.
Un rato después me dió algo de sed, así que fuí a la cocina por un vaso de algo. No importaba si era jugo, refresco, gaseosa, agua, lo que sea menos alcohol.
Tomé un poco de jugo de kiwi que sabe extraño, pero aun así me gusta. Tomé un pedacito del pastel de chocolate que mi madre me había enviado con Christian hace una semana, estaba muy delicioso.
Miré por la ventana y se veían algunos edificios de Brisbane y todo ese paisaje nocturno que tanto me gustaba, las luces de la calle parecían como estrellas en el suelo.
Suspiré y sentí que algo en mí bajó. Primero fue por mi pierna, luego una gran cantidad de líquido comenzó a escurrirme como agua.
No puede ser, rompí fuente. ¡Si puede ser, rompí fuente! ¡Voy a tener a mi bebés!
¡AY, VOY A TENER A MIS BEBÉS!
—¡CHRISTIAN!
Escuché sus pasos apresurados hasta que llegó a la cocina.
—¿Qué pasó...?
Miró al suelo y yo sonreí nerviosa.
—¿Es el día?— preguntó.
—Es el día— afirmé.
—Dios.
Me ayudó a sentarme y fué a nuestra habitación a buscar el bolso que ya había armado hace una semana. De repente me comenzó a doler y gemí de dolor. Las contracciones.
—¡Christian, creo que deberías apresurarte, ya tengo contracciones!— dije en tono alto.
—Si, si. Vámonos.
Me ayudó a salir del apartamento y bajamos en el elevador. Salimos al estacionamiento, me ayudó a entrar a su auto, lo encendió y comenzó a conducir a la clínica más cercana, la cual quedaba a casi quince minutos.
Genial. Que se note el sarcasmo.
—¿Estás bien?— pregunta Christian mientras conduce.
—No, no estoy bien, esto me... DUELE, ¡AH! CONTRACCIÓN— grité.
—Okey.
Desaceleró u y cuando miré al frente había tráfico. Me tienes que estar jodiendo. El semáforo estaba en rojo, faltaban diez segundo para que se pusiera en verde.
Cuando se puso en verde, los autos aceleraron, pero el que estaba frente a nosotros, no hizo nada, se quedó ahí.
—¿Y ese idiota por qué no se mueve?— pregunto ya molesta.
—No lo sé— respondió Christian sonando el claxon.
Bajé el vidrio y saqué mi cabeza.
—¡OYE PEDAZO DE IDIOTA, AQUÍ ESTÁ UNA MUJER, O SEA YO, EN LABOR DE PARTO Y NO QUIERE QUE SUS BEBÉS NAZCAN EN UN AUTO Y EN MEDIO DE LA JODIDA RUTA! ¡ASÍ QUE ACELERA O IRÉ Y ROMPERÉ LOS VIDRIOS DE TU MALDITO AUTO, IMBÉCIL!— grité y metí de nuevo la cabeza al auto.
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Rechazada ©
Teen Fiction[PRÓXIMA A SER REESCRITA] «Él me hace sentir diferente, amada, completa y sobretodo... feliz» Portada realizada por @ixavet 💙 Fecha de inicio: 26/07/2022 Fecha de finalización: 10/10/2022 Obra registrada en el Safe creative © Todos los derechos res...