Rechazada ©

Capítulo 7

Chris se veía tenso, había algo que le molestaba pero no quería decirlo por alguna razón.

—Mis padres se están divorciando— soltó así sin más.

—Chris—

—Bella, se que vas a decir que lo sientes pero no debes sentirlo, mi padre es un idiota que le fué infiel a mi madre con su propia hermana, ¿Crees que eso merezca algún perdón?— dice molesto— mi padre era mi modelo a seguir, siempre lo había admirado lo veía como a un superhéroe, eso cambió hace unos meses, yo había llegado del instituto y subí a mi habitación, salí porque escuché un ruido extraño, se suponía que no había nadie en la casa, salí con cautela, cuando me fui acercando ví a mi padre dispidiendose de mi "tía"—dijo haciendo comillas— la furia se apoderó de mi por completo, enfrenté a mi padre y le dije que si no le decía a mi madre yo mismo se lo iba a decir, el habló con mamá y quedó devastada, yo estuve con ella en esos días tristes— dijo bajando la cara.

No hablé, no dije nada, dejé que terminara porque parecía no haber terminado.

—Tengo dos hermanos, Zacharya y Charlotte, el niño tiene 10 y la niña 9, yo...—Su voz estaba un poco rota— yo los amo, ellos ni siquiera saben que mis padres se están divorciando y tampoco quiero que sepan, yo puedo manejarlo porque tengo la mentalidad para eso, pero ellos, ellos aún son unos niños y si les digo que mis padres ya no van a estar juntos eso podría arruinar su niñez y no quiero eso para ellos— Dijo viendo para otro lado.

Christian miró al frente y pude ver una lágrima corriendo por su mejilla, dejé la pena a un lado para poder acercarme a él y limpiar su lágrima, me acerqué y puse mi mano en su mejilla limpiando la lágrima.

—Chris...— el no decía nada solo me miraba fijamente a los ojos

Sentí algo de pena el estar así tan cerca de él, nuestras caras casi muy cerca una con la otra.

—No llores— digo acariciando su mejilla— sé que es duro pero tú lo puedes superar y lo harás por tus hermanos, para que ellos sean felices y puedan vivir bien— digo regalandole una sonrisa honesta.

El me sonrió y me abrazó, no esperaba esa reacción de él, yo solo respondí al abrazo y se sintió tan bien, sentí esa comodidad entre ambos, era un abrazo cálido y dulce, quisiera estar así toda mi vida.

Él deshizo el abrazo y se quedó en frente de mi, los nervios se apoderaron de mí en ese momento.

Él comenzó a acercarse a mí y yo no podía moverme, mis labios se abrieron un poco, el se lamió los labios mojandolos un poco, quería apartarme, quería huir de ahí pero por alguna razón deseaba que el me besara, que sus labios se juntaran con los suyos, pero también me daba miedo porque yo nunca había besado a un chico, nadie se fijaba en mi y creía que jamás lo harían, pero aquí estoy, con un chico a punto de besarme.

Había una muy corta distancia entre sus labios y los míos, estaba sufriendo por esa corta distancia, estaba segura en ese momento, quería que me besara, quería tenerlo cerca de mí. Por simple inercia cerré los ojos, él se acercó unos milímetros más y sus labios encontraron los míos, no sabía que hacer, nunca había besado a nadie, como pude le seguí el ritmo del beso, era un beso dulce, con amor, lo estaba disfrutando, por alguna jodida razón lo estaba disfrutando.

El beso siguió, no sé cuanto tiempo estuvimos besándonos pero no me importaba, por alguna razón me recosté en el suelo encima de la manta, Christian estaba encima de mi aún besándome, por un momento dejamos de besarnos para tomar un poco de aire, nuestro respiraciones estaban un poco pesadas, en cuanto nos separamos me dí cuenta de lo que había hecho, había besado a un chico, sentí mis mejillas arder y oculte mi cara para que Christian no se diera cuenta lo roja que estaba.