Capítulo 28

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Ya ha pasado una semana más.

Volví al instituto y sigo sin recordar nada. Mi situación se parece mucho a esa película en donde la chica pierde la memoria y siente que le falta algo para que su vida continúe.

Pues así me siento yo, siento que me falta algo o... alguien.

Mi familia y Sophie se han limitado a darme alguna información de lo que pasó antes del accidente, solo lo esencial. Aunque aún así siento que me ocultan algo. He intentado escabullirme a la habitación de mamá para ver si encuentro algo, pero nada... no he encontrado nada.

Hoy me toca ir al instituto, papá me va a llevar.

He arreglado un poco nuestra relación, solo un poco. Desde que empecé a ir al instituto luego de mi accidente él ha sido quien me ha llevado. También nos dijo el porqué se alejó a Lindsey y a mí, me dijo que ya me lo había explicado pero que no lo recordaba.

—Bella hija, llegarás tarde al instituto— dice mi madre en la puerta de mi habitación.

—Ya bajo mamá, tranquila.

—Eso fue lo que…— hizo una pausa—, solo termina de bajar Bella— dice cerrando la puerta de mi habitación.

Terminé de arreglarme y bajé las escaleras hasta llegar a la cocina.

—Buenos días— digo saludando a Lindsey y papá.

—Hola Bel— dice Lindsey.

—Hola hija, ¿qué tal amaneciste?— pregunta mi padre.

Papá no vive con nosotras, pero compró una casa cerca de la nuestra.

—Bien papá— dije con una sonrisa.

—Me alegra, ¿estás lista?— pregunta limpiando los alrededores de su boca.

—Sí papá, estoy lista.

Tomé mi bolso.

—Ten tu desayuno Bella— dice mi madre.

—Gracias mamá— le di un beso en la mejilla.

Salí con papá de casa y subimos a su auto. Papá encendió el auto y empezó a conducir.

—¿No has recordado nada más, Bella?— pregunta mi padre.

—No papá, y me frustra eso, ¿sabes?

—¿Por qué?

—Porque siento como si me faltara algo, siento como si mi mente estuviera obviando algo importante para mí, el problema es que no sé qué es.

—Dale tiempo hija, te aseguro que recordarás algo, ten un poco de paciencia.

—Paciencia es lo que sobra papá, eso te lo puedo asegurar— dije con una leve sonrisa.

Llegamos al instituto, me despedí de papá y entré.

—¡Bella!— me saluda Sophie mientras corre hacia mí.

—Hola Sophie— la saludo con una sonrisa.

—Me alegra verte aquí— dice.

—Bueno, tenía que volver, ¿no?

—¿Tu madre no se puso algo… a la defensiva?

—Pues sí, como era de esperarse. Yo le dije que quería venir y ella me dijo que tenía que esperar un poco más— bajé la voz—. Siendo sincera, quería salir de mi casa, amo a mi familia, pero ya sabes... familia.

—Te entiendo— asintió con la cabeza.

—Con tu hermano, no lo dudo— digo riendo un poco.

—Entonces…, ¿has recordado algo?— pregunta.

Rechazada ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora