Capítulo 39

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Crisantemo está en línea.
Sebastian está en línea.

Sebastian: Acabo de dejar a Paloma con su familia. Odio admitirlo pero extrañare a la pequeñaja.

Crisantemo: Es normal, la tuviste varios días y ya la querías.

Sebastian: Yo no suelo encariñarme tan rápido. Creo que me he ablandado.

Crisantemo: Ablandarse no es el término que usaría, más bien te abriste con ella y la dejaste colarse en tu corazón. Siento envidia.

Sebastian: Pao es una niña indefensa así que baje la guardia. En cambio tú eres una chica creativa, inteligente y bonita. Dígamos que quería hablarte y no me atrevía del todo por lo de Amla.

Crisantemo: Siempre has sido complicado.

Sebastian: Y tú resultaste ser quien decifraría todos los estratagemas de mi enredada vida, para darle sentido a la realidad en la que vivía.

Crisantemo: Eso sono poético. ¿De dónde lo sacaste?

Sebastian: Tuve una amiga que me obligaba a leer poesía. Gracias a ella aprendí a decir cosas más bonitas para coquetear. Funcionan bien.

Crisantemo: ¿Fue Amapola? Ella no era de leer poesía.

Sebastian: Tengo más amigas.

Crisantemo: ¿Si? Yap.

Sebastian: Huelo celos.

Crisantemo: Eso no tiene olor.

Sebastian: No peleemos.

Crisantemo: Cambiando de tema. Recuerda que hoy tengo que tocar violín en una ópera, ¿irás?

Sebastian: Claro que sí. No me perdería tu solo de violín por nada.

Crisantemo: Genial. Me voy a practicar.

Sebastian: Yo iré a trabajar. No quiero perder mi nuevo trabajo.

Crisantemo: Nos vemos en la noche.  Adiosito.

Crisantemo se desconecto.

Sebastian: Adiós bonita.

Sebastian se desconecto.

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