Capitulo 22

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Odiaba tener que darle la razón a Ian, pero esa palabra en realidad era la definición exacta de lo que me esperaba esta noche. Iríamos a cenar a un ostentoso restaurante, atestado de personas con un fin único; ir en busca de un nuevo prospecto de negocio o seducir a una mujer, para obtener una buena noche.

En nuestro caso, Steve era más del tipo "Sal en busca del tesoro", aunque la búsqueda sea durante tu cita. Amaba estos lugares, tanto como amaba los negocios; por ello nuestras citas siempre terminaban convirtiéndose en reuniones de negocios; y aunque al principio me sentía cómoda con eso, ahora solo anhelaba una relación normal, una en la que pudiera hacer cosas normales, como una pareja "normal"; pero a decir verdad, la normalidad no formaba parte de Steve y de mi desde antes del instituto; y eso fue hace un largo tiempo.

Esta noche, tal como otras muchas noches; Steve había decidido que el lugar perfecto, para tener una velada tranquila, sería "LE BERNARDINE"

-¿Estás seguro de que ir ahí, es una buena idea? - pregunte tratando de hacerle entender con esto, que no estaba del todo de acuerdo con el plan.

-Sí, ¿para ti no lo es? ¿Deseas otro tipo de cena?

-En realidad había pensado que podríamos hacer algo un poco más... - Me interrumpió.

-Un poco más... ¿Tranquilo? ¿Sofisticado? ¿Intimo? - Me resultaba absurdo darme cuenta de lo poco que me conocía Steve, ¿qué podía ser más sofisticado que ese lugar?... sin tener que preguntarle por ello, sabía cuál sería su respuesta "PER SE", "DANIEL", "BALTHAZAR", "ALAIN DUCASSE EN ESSEX HOUSE" o mejor aún "MASA", así que le ahorre la pregunta.

-Me refería a algo más casual; no sé, bien podríamos pedir algo de cena y platicar tranquilamente en casa. - Al principio la idea no pareció gustarle del todo a Steve, pero luego de unos segundos su reacción cambio y dibujo una de esas sonrisas seductoras que guardaba para cuando tenía algún plan trabajando en mente.

-Me parece perfecto, aunque eso venia dentro del plan de esta noche, no tengo problema por saltarnos la primera parte. - Se acercó lentamente a mí, como un lobo se acerca a su presa, observándome fijamente, plantando un beso cargado de deseo.

Aunque no podía negar el buen besador que había demostrado ser durante todo este tiempo, algo seguía faltando, ya no había chispas, ni ese calor instantáneo que me recorría el cuerpo en un segundo y por completo. Disfrutaba de sus besos, al igual que disfrutaba del sexo; pero ahora faltaba esa conexión que lo hacían especial para mí, sobre otros hombres; ya no me sentía segura en sus brazos, ni sentía esa electricidad que su solo toque me causaba. Ya no sentía amor, por primera vez; era consciente y lo suficientemente valiente como para aceptar ese hecho. Hace mucho tiempo que deje de amar a Steve Hoffman. Hace mucho tiempo que debí de haberle dado un cierre a esta relación.

-Creo que hay mucho que hacer y decir esta noche; ¿Te parece si vamos a mi departamento o prefieres que vayamos al tuyo?

-Vamos al mío, hay una botella de cabernet esperando por nosotros. - Aunque hubiera deseado que la plática se diera en mi departamento o tener mi coche a la mano para poder irme cuando el silencio incomodo llegara; nunca nada era como uno lo deseaba, así que tendría que lidiar y manejar de la mejor forma la situación.

De camino a su departamento, no me pasaron desapercibidos los repetidos intentos de alguna persona por intentar ponerse en contacto con Steve, así como también su casi imperceptible estado de nerviosismo al ver quien era la persona que lo llamaba; pero no tenía intenciones de empezar una conversación ahora, porque no sabía si terminaría por decirle ahí mismo todo lo que necesitaba decirle.

Al llegar al departamento mi incomodidad se hizo algo evidente por los constantes movimientos de Steve para tratar de llevar la cena casual a un nivel mayor. Quizás yo había sugerido este plan, pero en mi cabeza nunca estuvo la posibilidad de terminar la charla en la cama de alguno de los dos. Solo necesitaba mantenerme firme y distante, para poder terminar con lo que tenía que hacer esa noche.

TE ODIO PORQUE TE AMODonde viven las historias. Descúbrelo ahora