TE ODIO PORQUE TE AMO

CAPITULO 32

Dejar que Liz se mudara había sido una mala idea, sabía que en su intento por no lastimarla, terminaría haciéndolo, cuando le había ofrecido su ayuda, jamas había imaginado que las cosas se complicarían de la manera en la que lo hicieron. Mientras mas pensaba en todo, mas se daba cuenta de los continuos errores que había cometido. Dejar libre a quien amaba y ver como se iba con alguien que el bien sabia que podría quitársela, sin hacer nada para evitarlo había sido el primer error. Actuar de manera arrebatada cegado por la rabia y los celos se había convertido en su segundo y peor error; porque sabia que al compartir la cama con Liz, estaba condenando cualquier remota esperanza que había de recuperar algo de lo que había dejado escapar y el tercero era haber puesto primero su pasado con Liz, sobre los sentimientos de la mujer que decía amar.

-¿Por qué no contestabas mis llamadas Ian? - Preguntó Liz con un tono evidentemente molesto, pero intentado ocultarlo. - Como no sabía que querías cenar tuve que reducir mis opciones a comida tailandesa. - Fue hacia la cocina para vaciar el contenido de los recipientes en dos platos.

Ser parte de la vida de Ian no estaba resultando ser el final que había imaginado, las ultimas dos semanas habían sido todo lo que había querido que fueran desde el principio, pero ahora seguía faltando algo. Se suponía que estaba enamorada de el y por ello había sido capaz de hacerlo todo; pero desde que se había mudado con Ian y el objetivo principal se había logrado, el interés de Steve por incluirla en sus planes había desaparecido haciendo que todo se redujera a su perfecta vida con Ian.

A pesar de que pasaba las noche con el hombre por el que tanto había peleado, cada caricia la hacia recordar sus noches con Steve y eso no era lo que esperaba. La ultima noche a su lado había sido mas dolorosa de lo que quería admitir; pero a pesar de ello había decidido disfrazar ese sentimiento que ahora la estaba atormentado.

-Tengo una noticia que darte y estoy segura que te encantará escucharla. - Dijo Liz separándose del pecho de Steve, cubriendo su desnudez con la camisa de la que lo había despojado.

-¿Qué noticia? La única que me encantaría escuchar es que por fin Ian va a dejar de ser un problema para nuestros planes. - Dijo mientras se ponía sus boxers y caminaba fuera de la habitación hacia el frigobar.

-Aunque tu no lo creas - se acerco a el - lo logré - dijo esto último casi como un susurro en el oído de Steve.

La perversa risa de Steve inundo toda la habitación. Terminó de servir los dos vasos de whisky, le entrego uno a Liz y dio un pequeño choque entre ambos.

-Brindo porque por fin el imbécil de Gallagher va a estar con quien merece - Dio un pequeño sorbo de la bebida y apunto hacia ella de forma despectiva.

Esto provoco una punzada de rabia en Liz, pues después de todo se suponía que habían disfrutado juntos de todo el plan y el la respetaría por ayudarlo a conseguir lo que quería.

-Por supuesto que Ian merece a una mujer como yo; no a una mujercita sin gracia como lo es Alexa. - Dijo con total desagrado. - Sigo sin entender que es lo que ven en ella, es tan absurdo verlos pelear por alguien que para mi no lo vale. Porque mejor no termino por destruirla y les ahorro a todos tantos enfrentamientos.

-Ni se te ocurra acercarte a ella - La tomó por el cuello, y dijo con un tono amenazante. - Ella lo vale simplemente por ser una Adams, tu puedes ser bella, inteligente y calculadora; pero ella ademas de bella e inteligente; tiene un apellido y una fortuna, cosa que tu nunca vas a tener. Te repito preciosa, deja de intentar compararte con Alexa, porque nunca vas a poder ser competencia contra ella. - La soltó con brusquedad.