CAPITULO 5

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  • Dedicado a A mi amigo, mi cómplice e inspiración
                                    

Luego de un día tan complicado, extrañamente me sentía animada a pesar del cansancio, aunque no por ello, no daría lo que fuera por poder tener un revitalizante día de spa. Quizás les propondría a Susan y Amanda que aprovecháramos para ir las tres juntas y relajarnos como en los viejos tiempos.

Mientras planeaba con ánimo la visita de las chicas, mi padre esperaba en la oficina por mi regreso. A pesar de que había insistido en que me re-ubicara en la que había sido su oficina, me había negado rotundamente, pues realmente adoraba cada uno de los elementos que conformaban a la mía; ya que yo misma me había encargado de toda la decoración, poniendo mi esencia y toque personal a cada espacio. Por lo que después de unos días comprendió que no había manera de hacerme cambiar de opinión respecto a eso.

-Hola papá, me comentaron que me esperabas, me da gusto verte – Dije dándole un abrazo fuerte y sentándome frente a él.

-Hola preciosa – Por alguna razón, cuando me llamó de ese modo, no pude evitar recordar a cierta persona en la que no debería pensar más. – A mí también me alegra verte, ¿Cómo estás? Nos quedamos muy preocupados cuando Jorsh nos habló preguntando por ti; pues creímos que tú ya estabas acá, ¿Qué fue lo que pasó? – dijo sin poder ocultar su preocupación, pero sintiéndose más tranquilo de verme bien.

Para mis padres era imposible dejar de verme como su niña; aunque siempre habían respetado cada una de las decisiones que había tomado, a pesar de que algunas veces pudieran no estar del todo de acuerdo. Razón por la cual, intentaba corresponder de la misma manera a la confianza que me brindaban.

-Siento haberlos preocupado y no haberles avisado que no podría llegar; pero tuve un pequeño contratiempo vial y estaba retrasada para la reunión de la que te hable hace unos días; así que vine lo más pronto que pude acá y por eso le pedí a Jorsh que te avisara que estaba bien – Le explique apenada.

-¿Un contratiempo vial? – Preguntó aun sin comprender de lo que hablaba.

-Sí, lo que pasa es que iba camino a encontrarme con ustedes, cuando me distraje un poco y no vi que el semáforo había cambiado, ni tampoco que un coche venia por una de las calles; entonces termine estrellada en la puerta delantera del otro coche; pero no te preocupes, no paso a mayores; ni siquiera necesitamos la intervención de nadie, logramos arreglarnos y al otro conductor no le ocurrió nada tampoco. – explique sin entrar mucho en detalles. – En realidad, solo fue el susto. – Concluí para tranquilizarlo.

-Me alegra escuchar que estas bien y que todo se arregló sin más problemas. – comentó Jarry más tranquilo.

-Luego de este día, lo único que me apetece es un buen baño para relajarme y dormir un poco.; en verdad siento que lo necesito, porque de lo contrario no tendré energías para la llegada de las chicas. – a pesar de que poco tiempo antes me sentía contenta de que el día hubiera terminado; después de ver a mi padre y recordar todos los acontecimientos del día, me sentía exhausta e inquieta.

-Porque no vamos a casa, descansas ahí y que Eleonor te prepare ese baño. – propuso sabiendo que aceptaría. – Además el aeropuerto está más cerca y tendrás más tiempo para recuperar las energías que necesitas. – Asentí y acto seguido nos dirigió a la salida.

Desde mi regreso a Nueva York, las cosas tomaron un rumbo totalmente distinto al que había planeado; por ello era que la llegada de mis mejores amigas me daba un respiro, haciéndome sentir más cerca de lo que hasta hace poco mi vida era.

TE ODIO PORQUE TE AMODonde viven las historias. Descúbrelo ahora