TE ODIO PORQUE TE AMO

CAPITULO 18

-Hola Damien, que gusto verte de nuevo – Su llegada nos había tomado por sorpresa a Ian y a mí, pero no quería decir que me molestara su presencia; cosa con la que evidentemente Ian no coincidía conmigo.

La mujer que acompañaba a Damien, no hacia ni el menor esfuerzo por disimular el coqueteo evidente y la mirada sugerente que dirigía a Ian. Tenía que admitir que era una mujer muy atractiva; el color caoba rojizo oscuro de su cabello, contrastaba con su piel clara; dándole una personalidad de femme fatale; que al parecer tanto les atraía a los hombre. Pues Ian no parecía incomodo con la depredadora mirada de la mujer.

Damien por otro lado, había desviado toda su atención a mí, lo que me hizo sentir bien. Ya que al parecer Ian no tenía la más mínima intención de respetar que quizás la mujer fuera la pareja de Damien. Lo cual no me sorprendería, pues Damien era sin duda alguna, la versión masculina de esa mujer.

-¿Vienen solos o esperan a alguien? – Había sido demasiado directa, lo que no pasó desapercibido para Damien; quien sonrió al escuchar mi pregunta – Lo pregunto porque podrían acompañarnos, si no les molesta – A pesar de que Ian desde que llegaron había dirigido toda su atención a la mujer con la que venía Damien, mi comentario pareció haber robado toda su atención de mala manera; pero sería una descortesía cambiar de opinión. – Veníamos a una reunión de negocios, pero al parecer esta persona no va a llegar.

-Aceptamos la invitación y pido una disculpa por la demora – dijo con una divertida sonrisa llena de satisfacción. Yo en cambio, me sentía avergonzada por mi comentario.

-Una disculpa Damien…– Me interrumpió y cambio de tema, pues al parecer notó lo avergonzada que me sentía.

-No te preocupes Alexa – Me guiño un ojo y paso la yema de sus manos de forma delicada por mi brazo. Era un hombre que despertaba muchas cosas difíciles de definir en mí, pero al sentir su roce, no habían salido chispas, ni mi cuerpo había reaccionado, tal como paso hacia unos momentos con Ian.

Ian había hecho su mayor esfuerzo por guardar la compostura al ver la forma en la que Damien se comportaba alrededor de Alexa, por ello había decidido seguir el juego de la mujer que lo acompañaba, la cual bien podría ser la fantasía de cualquier hombre.

Le molestaba la confianza con la que se trataban, pues tal parecía que con Damien, no existía el mismo problema de mala comunicación que siempre había existido entre ellos dos. Pero un buen jugador, siempre sabía reconocer a otro; por ello no iba a dejar que intentara engañarlos con la cortina de humo, que seguramente era todo su interés por que la agencia llevara todos los asuntos publicitarios de sus empresas, de la noche a la mañana.  

-Les presento a Patrizia Vayala, es una buena amiga y excelente negociadora; solo que nunca ha estado interesada en trabajar conmigo – bromeo.

Cada uno de los movimientos de la chica, gritaban que era una gran jugadora, tal como Ian y Damien; la diferencia que había es que en Damien, yo no estaba interesada, pero en Ian… en Ian tampoco podía estarlo.

Durante algún considerable tiempo, nos enfrascamos en una plática 100% de negocios, lo cual a pesar de siempre haberlo considerarlo realmente aburrido, sorprendentemente y por primera vez, lo estaba disfrutando; pero como no hacerlo cuando dos hombre como Ian y Damien, que se notaban estaban muy familiarizados con esto, negociaban de la manera en la que lo estaban haciendo.