-Alexa, Alexa - Dijo intentando separarse, pero la realidad es que no lo deseaba. - Terminemos con esto antes de que te arrepientas. - No terminaba de decir esto, cuando unas horribles arcadas me hicieron derramar todo el alcohol que ingerí durante la noche.
Damien estuvo a mi lado hasta que estuve un poco más tranquila y luego me acompaño hacia el cuarto de baño, en donde tuve otras horribles replicas; cuando logre tranquilizarme, fue por un paño húmedo y comenzó a limpiar el sudor que acababa de formarse en mi frente. Abrió la regadera y me ayudo a entrar. En todo momento permaneció sereno y paciente; me sostuvo hasta que fui capaz de permanecer de pie bajo el agua y pude pedirle que me dejara sola.
-Estaré afuera por si me necesitas - Dijo dándome un suave beso en la frente.
Solo fui capaz de asentir, el agua tibia comenzaba a dar lucidez a mis pensamientos y me hacia darme cuenta de cada una de las tonterías que había ocasionado en las últimas 24 horas.
Luego de dejar mi vestido totalmente húmedo en el lavabo, tome una de las batas de baño que estaban colgadas junto a la regadera y cubrí mi desnudes con ella, me sentía demasiado cansada y lo único que quería hacer era dormir y despertar por la mañana dándome cuenta de que todo lo ocurrido había sido una gran broma de mis sueños.
Al salir note como Damien quitaba algunas almohadas del sofá que se encontraba justo frente a la cama y sacaba una sábana de uno de los cajones del buró.
-¿Qué haces? - Pregunte para atraer su atención. Al escucharme se giro hacia mí, dibujando una sonrisa que me hizo sentir cohibida.
-Preparo mi lugar para dormir, no pretenderás que te deje sola. - Salió de la habitación y volvió al poco tiempo con una pijama y algunos artículos de higiene personal.
-No creo que sea necesario Damien - Aún me sentía desorientada, pero mi nerviosismo era cada vez más evidente mientras hablaba y seguía cada uno de sus movimientos de la habitación a la ducha.
Tomó algo de tiempo antes de que saliera de la ducha, para arreglar el espacio que pretendía fuera su cama esa noche.
- Ese sofá se ve terriblemente incomodo y no creo que consigas acomodarte en el. - Dije viendo el reducido sofá doble en el que acababa de dejar las sabanas.
-No pienso moverme de este cuarto aunque intentes convencerme de lo contrario. Quiero estar seguro que estarás bien y no vendrá otro episodio como el de hace rato. - Se le veía preocupado.
-Ya me siento mucho mejor, de verdad - Mentí - Mírame - Dije intentando caminar alrededor de la habitación, fallando en el intento.
Antes de que cayera me sostuvo y me ayudo a acostarme en la cama. Me sentía apenada por todo lo que había sucedido desde que empezamos el viaje, pero más aún por el beso que le había robado.
-Respecto a lo que paso antes... - Comencé a decirle con la mirada puesta en un sitio lejos de la suya. - Lamento mi comportamiento y te pido una disculpa por eso.
Lanzó una risa estridente que se escuchaba por toda la habitación. Era la segunda vez que la escuchaba y me gustaba hacerlo.
-¿Te estás burlando de mi? - Dije sintiéndome de pronto contagiada por su ánimo.
-No, para nada, solo que no se de que manera debería sentirme contigo. - No entendí su comentario y mucho menos la gracia que le causaba. - Eres la primer mujer que hago enfermar después de besarla, no sé si debería sentirme ofendido o impresionado. - Su tono era desenfadado, por lo cual sabía que no hablaba enserio... -- Pero si algo puedo rescatar de toda la situación, es que a pesar de que mi ego esta ligeramente dolido, hiciste lo que yo no había sido capaz de hacer durante toda la noche, aunque lo estuve deseando. - Su mirada y su voz ya no parecían bromear, la intensidad de sus ojos me consumía y aunque cualquier otra mujer habría aprovechado la oportunidad de estar con un hombre como Damien, aun habían cosas entre los dos que me hacían mantener la distancia. Quizás esta noche había cruzado ciertos límites, pero no estaba lista aún para seguir atravesando más.
ESTÁS LEYENDO
TE ODIO PORQUE TE AMO
Lãng mạnSINOPSIS Una vez escuché que la vida estaba llena de casualidades que eran capaces de cambiarnos la vida; pero a decir verdad nunca creí que esto fuera completamente cierto; hasta que esta casualidad entro a mi vida en forma de un mujeriego arrog...