✓REVISADO
-Buenos días, Shota.- saludó alegremente Emi al entrar a la oficina. Cerró la puerta detrás de ella y se sentó frente al escritorio del pelinegro.
-Buenos días, profesora.- saludó el mayor, haciendo énfasis en la última palabra con la intención de recordarle a Fukukado que su relación era únicamente laboral.
-Salgamos a comer- lo invitó ella bastante animosa.
Shota suspiró con hastío y presionó el puente de su nariz con los dedos. -Emi, por favor no empieces.- pidió Shota, cansado de la insistencia de la peliverde. -Si no tienes nada qué decir, entonces vete.-
-¿Por qué eres así conmigo?- preguntó Emi con el semblante ensombrecido. No sé daría por vencida con Aizawa, pero le dolía cada vez que la rechazaba.
-No empieces, por favor y vete.- ordenó Shota señalando a la puerta.
A ella se le escurrieron un par de lágrimas, pero finalmente se levantó de la silla y se dirigió hacia la puerta.
-Si llegas a necesitar de mi, estaré disponible para lo que tú quieras.- dijo con la voz quebrada antes de salir.
Aizawa se sentía mal por tener que recurrir a tratarla de esa manera, ella se estaba humillando a sí misma con tal de que él la perdonara. Sintió que tal vez no debía ser tan duro después de tanto tiempo.
-Emi.- dijo con voz fuerte desde su asiento. La profesora entró nuevamente a la oficina.
-¿Si?
-Ven esta noche a mi casa. Hablaremos ahí.- dijo de manera neutral.
Fukukado sonrió y asintió con la cabeza. -Ahí estaré.- dijo y salió nuevamente de la oficina.
No estaba seguro de si era lo correcto, pero tenía que hablar de una vez por todas con ella y dejarle en claro su postura.
Camila se dirigió a la cafetería de la escuela buscando a Momo. Después de un rato, la encontró comiendo en una de las mesas.
-¡Cami!- le habló Yaoyorozu levantando la mano para atraer su atención y que se sentara con ella.
-Hola.- la saludó mientras se sentaba a la mesa.
-¿Qué te dijo el director?- preguntó Momo.
Camila no pudo evitar sonreir ligeramente. -Nada. Quería un justificante para mis faltas.- mintió.
-Ya veo.- dijo Yaoyorozu. -Entonces... ¿Me vas a contar?-
-Ah, si.- respondió la castaña sonrojándose. -Pues... El día de la fiesta no pasó nada con Shoto. En realidad el me llevó a casa porque me lastimé el pie.- explicó.
-¿No pasó nada?
Camila negó con la cabeza.
-¿Nada de nada?- insistió Momo.
-No.- respondió la chica. -Pero saldré con él el viernes.-
-¿De verdad?- preguntó la pelinegra. Ésto se tornaba interesante para ella.
-Si, aunque sólo como amigos.- explicó antes de que su amiga se hiciera ideas raras en la cabeza.
-Ajá, sí.
-Eso no es importante, de hecho quería contarte otra cosa.- dijo Camila dejando ver un poco más su emoción.
Le contó a la pelinegra lo que hizo con su hombre misterioso, sobre las visitas diarias, el fin de semana en la casa del lago y lo bien que la pasaron.
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Fugaz
FanficTener sexo en un bar tal vez no sea la mejor forma de conocer a tu profesor. Historia en revisión. Una disculpa por las molestias que ésto pueda ocasionar.