¡Esta noche es la reunión!

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REVISADO

Llegó el viernes. Shoto estacionó su auto frente a la casa de Camila con un traje en color negro, camisa blanca y corbata azul celeste. Se acercó a la puerta, tocó el timbre y la chica salió para irse juntos.

-Te ves muy bien.- dijo Shoto esbozando una pequeña sonrisa.

-Gracias. También tú.- respondió Camila. Estaba orgullosa de haberlo ayudado con su  elección de vestuario.

Subieron al auto del bicolor y partieron.

El evento sería en un lujoso hotel, al centro de la ciudad. Al llegar, por supuesto que Camila se robó una gran parte de las miradas, era jóven, hermosa y además el vestido le favorecía, haciendo resaltar cada detalle de su cuerpo, además de que en ese momento se sentía tan segura e imponente que podría comerse al mundo si quisiera.

-Te presentaré a mi padre.- dijo Shoto.

-¿Tan pronto?- preguntó ella arrugando ligeramente el entrecejo. -Quisiera esperar a Momo.-

-Está bien.- dijo Todoroki. Después de todo, él también quería esperarla.

La espera no fue tan larga. La familia Yaoyorozu llegó, llamando la atención de los medios que se encontraban en la velada.

-¡Cami! ¡Shoto!- saludó Momo alegremente acercándose hacia la mesa dónde ellos estaban.

-Te ves increíble.- le dijo Camila. Su amiga se veía realmente linda con ese vestido azul.

-Lo mismo digo.- respondió la pelinegra. -Tu también te ves muy guapo, Shoto.- dijo, dirigiéndose al bicolor, quién se ruborizó de inmediato, al igual que ella.

-Gracias.- respondió nervioso. -Tu... Te ves muy hermosa.- dijo desviando la mirada.

Yaoyorozu rió al ver la reacción del tímido chico.

Se quedaron conversando entre ellos. Shoto y Momo estaban acostumbrados a aburrirse en ese tipo de eventos. Ninguno de los dos era muy bueno socializando, así que sólo se la pasaban esperando a que las veladas terminaran para volver a sus respectivas jaulas de oro. Ahora era diferente, los tres eran amigos y, si bien no podían bailar y jugar por el elegante evento, su compañía hacía muy amena la fiesta.

La noche fue avanzando, Camila se dió cuenta de que lo que estaba estaba pasando con sus amigos, ya que tenía más de diez minutos que la habían excluido de la conversación por estar  entretenidos entre ellos. No le molestaba, de hecho sentía que estaba haciendo mal tercio, por lo que creyó que era mejor dejarlos solos por un momento.

-Iré a retocar mi maquillaje.- dijo la castaña, poniéndose de pie de la mesa en la que estaban sentados.

-¿Te acompaño?- preguntó Momo.

-No, gracias. Estaré bien.- dijo y guiñó un ojo a su amiga, cuidando que Todoroki no la viera.

Yaoyorozu entendió enseguida. ¿Era demasiado obvia?

-Espera.- le dijo a su amiga poniéndose también de pie. Se dirigió a Shoto -Discúlpanos un momento.-

-¿Qué pasa?- preguntó Camila, una vez que estuvieron a unos cuantos metros de su amigo.

-¿No estás molesta?- preguntó avergonzada.

-¿Por?

-Es que... Shoto es tu acompañante y... Casi parece que te hemos estado ignorando.- respondió.

Camila soltó una risilla, enternecida por la actitud de la pelinegra. -Tranquila. ¿Crees que no me había dado cuenta?- le dijo.

Momo la miró sorprendida. -Eeh... Pues... Es que...- balbuceaba nerviosa.

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