▪︎ Capítulo VI ▪︎

245 13 2
                                    

— No podemos hablar aquí, vamos a mi habitación —dijo y ambos se dirigieron a la recámara

— ¿A que esta jugando Adrien? —preguntó la azabache con seriedad

— Nada de esto es mentira, te lo aseguro —respondió el joven de mirada esmeralda

— Estoy confundida ¿Como que no es mentira? ¿Entonces?

— A mi... me cuesta un poco demostrar mis sentimientos —Marinette escuchaba con atención las palabras del rubio— seguramente por eso no te has dado cuenta...

— ¿Darme cuenta...? ¿De qué?

— De lo que siento por ti... —dijo tomando las manos de la chica— Vamos Marinette, ¿es muy difícil entender lo que digo? ¡Que no es obvio que estoy enamorado de ti! —La azabache no sabía que decir, aquellas palabras la habían tomado por sorpresa

— Ah... yo... no se si creerle

— Es lógico, pero te aseguro que esto que siento por ti, no lo había sentido antes por nadie

— Usted tiene una vida muy libre, como pretende que le crea si he sido yo quien organiza sus citas con una chicas distinta cada día, de hecho hace unas horas contesté una llamada de una de sus "amigas"

— Comprendo, es difícil de creer todo lo que digo, pero te aseguro que, hace mucho tiempo que no salgo con ninguna chica y tampoco te he pedido que organices citas con ninguna de ellas, porque ya no me interesa salir con nadie más —ella escuchaba con atención cada palabra que el joven decía, sin decir nada— Sabes, no sabía como acercarme a ti, así que empecé a enviarte detalles de manera anónima

— ¿Era usted quien enviaba esos obsequios...?

— Si, ¿te gustaron?

— Si, fue muy lindo de su parte

— Pero... no veo que cargues puesto el collar

— No, no quise ponérmelo hasta saber quién lo había enviado

— Ahora lo sabes, fui yo quien lo envió. Marinette estoy muy enamorado de ti, y necesitaba una manera de decirtelo y fue por eso que dije que eras mi novia ante mis invitados

— ¿Habla en serio...?

— Nunca he hablado más en serio, debes creerme —dijo acariciando la mejilla de la chica— estuve todo este tiempo ocultando mis sentimientos, pero ya no lo haré más —ella no dijo nada solo aparto la mirada— no estás convencida con mis palabras ¿cierto? —él tomó el rostro de la joven entre sus manos y luego la besó, la chica estaba sorprendida por todo lo que estaba ocurriendo— ¿ahora me crees?

— Adrien.... no se que decir

— Dime que también me amas —ella lo veía en silencio— no, no me amas —dijo dandole la espalda a la chica

— No, no es eso, entiendame por favor, todo esto esta pasando muy rápido, me tomo por sorpresa, pero si de algo puede estar seguro, es de que... yo lo amo Adrien

— De verdad —dijo quedando nuevamente frente a ella

— Si —respondió con una sonrisa

— No puedes imaginar la alegría que me da escuchar eso —dijo y la abrazo— Quiero que estemos juntos siempre, ¿Quieres ser mi novia?

— ¿Su novia? —el rubio sintió— pero que van a decir en la oficina, sus amistades,  sus padres, talvez ellos no estén de acuerdo

— Mis padres están de acuerdo, ellos quieren que yo sea feliz y tú me haces feliz y por lo demás, me da igual lo que digan

𝑻𝒖 𝒎𝒆 𝒄𝒂𝒎𝒃𝒊𝒂𝒔𝒕𝒆 𝒍𝒂 𝒗𝒊𝒅𝒂.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora