¿Qué es lo más horrible que puede hacerte la persona que amas?
Jugar con tus sentimientos y hacerte creer cosas que no son más que viles mentiras, hacerte creer en hermosas ilusiones, que se caen de repente como los castillos de naipes que con la má...
Cinco años habían sido la fuente de grandes cambios en la vida de Marinette, uno de ellos fue convertirse en madre primeriza, Marinette había tenido un hermosa niña de cabellos rubios como su padre y ojos azules como el cielo, la llamó Emma. La cuidaba y criaba con mucho amor y paciencia, su pequeña hija era su tesoro más grande. En la empresa donde trabajaba le iba muy bien, pues era la subdirectora de la casa de modas y una gran amiga de Milliecent, con Luka su relación era más fuerte, se habían hecho grandes amigos, aunque el sentimiento que él tenía hacia ella era distinto, Luka siempre estuvo cerca de ella, aunque ella siempre le dejó claro sus sentimientos hacia él.
A pesar de la distancia que Marinette había puesto entre Adrien y ella, y la decisión que había tomado de no saber nada de él, creandose otras cuentas de redes sociales para que él no supiera nada de ella y ella no pudiera saber nada de él; no habían dado el resultado que ella esperaba, pues no había logrado olvidarlo, pero lo seguía intentando día con día, porque en algún momento tendría que verlo de nuevo para poner punto final de una vez por todas a la falsa historia que compartían.
Marinette estaba terminado de hacer la cena cuando alguien tocó repentinamente a su puerta
- ¡Un momento! -gritó mientras se dirigía a la puerta para posteriormente abrirla- ¡Luka que gusto verte! -dijo con una sonrisa mientras lo abrazaba
- Las extrañe mucho -dijo él correspondiendo al abrazo- Dos semanas fue mucho tiempo
- Lo bueno es que ya estas de vuelta -dijo ella mientras caminaban hacia la sala
- Si. Moría de ganas de verte... y por supuesto también a Emma. Mira te traje este detalle -dijo extendiéndole un obsequio- Espero te guste
- Muchas gracias Luka, no debiste molestarte
- No es ninguna molestia, ábrelo
Marinette asintió con una sonrisa y procedió a abrir la cajita en la cual se encontraba un collar con un dije que era una letra "M"
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- Woo Luka -dijo con sorpresa mientras veía el collar
- No te gusto cierto...
- Claro que si, esta hermoso, me encanta, muchas gracias -expresó con una amplia sonrisa
- Me alegra mucho que te haya gustado ¿te lo pongo?
- Si, por favor -dijo volteandose para que Luka le pusiera el collar
- Listo, se te ve precioso
- Gracias Luka
- ¿Donde está mi linda pequeña? A ella también le traje algo
- En su recámara
- ¿Puedo verla? -preguntó
- Si, claro -dijo ella acompañándolo a la habitación de la niña
