𝑻𝒖 𝒎𝒆 𝒄𝒂𝒎𝒃𝒊𝒂𝒔𝒕𝒆 𝒍𝒂 𝒗𝒊𝒅𝒂.

▪︎ Capítulo IX ▪︎

Nino y yo estábamos hablando hasta que llega una amiga a interrumpirnos

— Vaya miren a quien tenemos aquí —escuché una voz que reconocí al instante

— Bueno voy al baño con permiso —dijo Nino, lo veo con enojo, como se le ocurre dejarme solo con ella, cuando sabe que me cuesta mucho resistirme a ciertas cosas, pero pensándolo bien, si ya puede rehusarme una vez, puedo hacerlo de nuevo

— ¿Adrien te acuerdas de mi? —dijo ella, se perfectamente quien es, pero quizá si le digo que no, se vaya y no tenga que rechazarla

— Siento decirte que no —dije sin dirigirle la mirada, tenía mi vista puesta en la ciudad y estaba acabando de fumar mi cigarro

— Ni siquiera me has visto —me dijo, rayos por que lo hace tan difícil. Volteo a verla

— Lo siento, no se quienes eres —le mentí, estaba seguro que se iría, pero me equivoque

— Quieres que te refresque la memoria —me dijo y de pronto me beso, me sorprendió mucho lo que hizo, pero aunque quise no pude resistirme y le correspondí el beso— ¿Ya recordaste?

— Nunca lo olvide

— Entonces ¿por que estabas ignorandome?

— Porque esto esta mal

— ¿Así? ¿Y eso por qué?

— No quiero hablar de eso

— Bueno, como quieras, y si nos vamos por allí un rato, hace mucho tiempo que no te veía y así podemos recordar el pasado y platicar un poco

— Tu propuesta es tentadora —mientras hablaba con Sindy mi celular sonó— debo responder

— ¿Quien es?

— Es de la oficina

— No respondas, no quiero que te vayas, a menos que sea conmigo —le sonreí y el teléfono dejo de sonar— ves ni siquiera es importante, ¿entonces vamos?

— Si, que es lo peor que puede pasar

Cuando íbamos saliendo del lugar mi teléfono suena nuevamente, esta ves si decidí contestar, seguramente era Marinette queriendo saber porque no he llegado a la oficina, detesto tener que dar explicaciones, respondí, lo que Marinette me dijo me dejó en shock, tan pronto habían vuelto, crei que tardarían un poco más.

— Perdóname Sindy, pero me acaba de surgir algo en la empresa que no puede esperar

— Ves porque no quería que respondieras, pero esta bien, entiendo, prometeme que nos veremos en otra ocasión

— Si claro, fue un gusto verte de nuevo —le dije y quise darle un beso en la mejilla pero ella movió su cabeza haciendo que el beso fuera en los labios— perdona que no pueda llevarte a tu casa, pero en serio esto es urgente

— Claro cariño, no te preocupes ve con cuidado

Subí a mi auto con prisa y me puse en marcha, mientras conducía suena mi teléfono, contesto atraves de mi auricular

— Bueno

— Oye, si te ibas a ir con Sindy, por lo menos me hubieras avisado, te estuve esperando

— Perdón amigo, pero no estoy con Sindy, mis padres regresaron

— ¿Qué? Pero según nuestros cálculos aún faltaba tiempo ¿no?

— Si, pero decidieron venir antes

— Entonces tienes que apresurar tu boda, si no te aseguro que tu padre en menos de lo que te imaginas te descubre