𝑻𝒖 𝒎𝒆 𝒄𝒂𝒎𝒃𝒊𝒂𝒔𝒕𝒆 𝒍𝒂 𝒗𝒊𝒅𝒂.

▪︎ Capítulo X ▪︎

Poco después los padres de Adrien llegaron.

- Buenas noches mamá, papá, pasen -dijo el rubio permitiendo el paso a sus padres

- Buenas noches hijo -saludo la señora de mirada esmeralda dándole un beso en la mejilla

- En un momento traeremos la cena, pero antes quiero presentarles a alguien. Marinette, ven por favor

-La joven se acercó a ellos un poco nerviosa- Buenas noches -saludo con amabilidad

- Papá, mamá, ella es mi novia

- Mucho gusto señores

- El gusto es nuestro querida -dijo la Agreste mayor, mientras que el señor guardo silencio observándolos con atención

- ¿Tú no eras la secretaria? -preguntó de pronto el hombre de anteojos

- Si señor -respondió la azabache, el rostro de Gabriel se había tornado un poco más serio de lo que estaba y alzo una ceja

- No le hagas caso querida, últimamente anda muy amargado, tú me pareces una buena chica y si haces feliz a mi hijo, lo demás sale sobrando, es un gusto conocerte -intervino la señora de mirada esmeralda

- El gusto es mío señora -dijo la azabache con una sonrisa

- También quiero presentarles a Sabine Cheng, ella es la madre de Marinette

- Un gusto conocerlos -saludo la señora de mirada rasgada

- Un placer -dijeron los Agreste con cortesía

La cena transcurrió tranquilamente, entre pláticas.

- Adrien, hijo cuéntanos un poco ¿cómo ha sido su relación? -tomo la palabra el hombre de cabello cenizo

- Ha.. bueno... pues... todo bien padre, nos queremos mucho, verdad Marinette

- Si -dijo la azabache y sonrió

- ¿Y cuanto tiempo llevan de conocerse? -preguntó nuevamente Gabriel

- Cuatro años -respondió la de mirada cielo

- Bien, ¿y cuánto tiempo llevan de relación?

-Marinette y Adrien se vieron por un momento, luego respondieron- año y medio -dijeron al unísono y su sorpresa fue grande al darse cuenta que habían coincidido en la respuesta

- Así, y ¿por qué no me lo habías comentado Adrien?

- Ah... bueno... es que trabajamos juntos, y además queríamos asegurarnos de que lo nuestro funcionara, por eso decidimos llevar la relación en privado, hasta que fuera el momento, y ese momento llegó, nos cansamos de ocultarlo y decidimos hacer pública nuestra relación, nos queremos y eso no tiene nada de malo

- Comprendo, ¿y piensan casarse algún día?

- Claro que si padre

- Marinette, ¿usted estuvo de acuerdo en mantener oculta su relación?

- Eh... si, como lo mencionó Adrien, queríamos estar seguros de que nuestra relación iba a funcionar

-El mayor no dijo nada más- Bueno ya basta de preguntas -dijo la señora de mirada esmeralda- estamos totalmente de acuerdo con su relación, ¿verdad cielo?

- Si claro -dijo seriamente el Agreste mayor

- Y tu mamá, ¿estas de acuerdo? -preguntó la azabache

- Si hija, estoy segura que son y serán muy felices

Luego de un rato la cena concluyó y los presentes se retiraron